12.26.2007

dosmilsiete(que te vas.chau!)


Este año que se va empiezo a odiar un poquito menos los balances y acepto que los bueno y lo malo no siempre tienen que alcanzar un equilibrio perfecto.
Este año cambié y crecí bastante más que el anterior, pero con cierta y especial nostalgia.
Este año mis amigas y yo morimos de amor. Algunas todos los días otras sólo un fin de semana, pero morimos de amor y todavía hay alguna resucitando. Quizás ese síntoma común que presentamos nos unió más que nunca.
Este año no pude dialogar con papá y empecé a convivir con la idea de que la familia tan linda no existe, que todo tiene sus fallas y que las fallas duelen y se ven por más que cerremos los ojos y con ellos la puerta de nuestra habitación.
También, en todo este año pensé… pensé mucho y casi de más, y de tanto pensar lloré más de lo que debía encontrando palabras que no consuelan caprichos pero conducen a dejar de pensar un poquito y buscar para también descansar, respirar y vivir dejando ser a las cosas, al tiempo, a nosotros.
Este año, una persona de ciento un años, mi bisabuela Lucía, saltó de la tierra al cielo y despedirla me dolió más en mi infancia que en el presente.
Y extrañé… extrañé mucho.
Extrañé muchas cosas este año: a mi abuela Ethel, a Ale, extrañé comer al mediodía con mamá y tomar mate un miércoles a la tarde con mi vecina de enfrente.
Este año las circunstancias me pesaron pero no me mataron y las cotidianeidades me causaron, en más de una oportunidad, tanta gracia que me divertí.
Dejé de ir a misa, y cambié el padre nuestro de cada noche por recitarle monólogos interiores desde el bondi, sin estar del todo segura que realmente existe y que está ahí escuchándome.
Conocí muchas personas, comprobando que “hay de todo en la viña del señor” y que la gente a veces puede ser tan repugnante que no se entiende qué mierda es lo que les pasa.
Aprendí dos cosas: que disfruto sacar fotos y que el tiempo es el bien escaso más preciado que tengo.
Este año estuve muy cansada por correr al pedo en más de una oportunidad. Ahora busco la forma de empezar a caminar despacito pero sin perder el ritmo, lo cual me está costando bastante y se convierte en un desafío.
Este año, entre tanto que pensé, también recordé y ahora creo que no siempre es malo perder algo o alguien, que a veces un sweater rojo puede perderse y a la vez encontrarnos mucho tiempo después.

12.20.2007

RECREO

Este escrito data de mis ocho añitos.
Lo encontré, y quice compartirlo.

Mi abuelo
Aunque no pueda verlo,
todavía lo recuerdo.
En sus faldas él me cantaba
canciones que yo nunca olvidaba.
Sus ojos eran como dos lagos sin final
y en ellos reflejaba alegría y felicidad.
Pero un día esto se acabó.
Esa vida que como un hilo Dios hiló.
Ahora él no está más,
pero sus recuerdos jamás se olvidarán.
Su risa quedará,
con vida o sin vida, pero estará.
Ay abuelo querido!
Yo sé que en el cielo estás muy bien protegido.
Pero mucha pena me dá
saber que nunca volverás.
Mas yo no te puedo ver
pero sí te puedo querer.

12.09.2007

Vulnerables

Y mientras vamos anhelando algo más de paz, nos venden exigencias que compramos como caramelos ácidos que parecen nunca terminar de saborearse.
Las metas ahí tan poco claras y correr un poco más rápido todavía para sentir que tanto contexto presionando fuerte tiene alguna justificación.
No me vendas un campo repleto de cercos.
No te creo lo de volar con los globos que venís a ofrecerme, de los que voy a tener que colgarme como pueda agarrarme fuerte hasta cansarme y caer.
Ni siquiera quiero que me regales un diario subterráneo que pinta la realidad, la que vos querés que vea y me entere.
Que ya sé lo de la vida, que es una. Que es una la vida que me queda por pasar y cómo vivirla sin pensarla de más.
Sin que el paso inseguro me aterre con la idea de que estoy pasando mi vida olvidándome de vivirla.
Es tanto el camino que queda por recorrer, que tengo miedo de convertirlo en recorrido simple, en vano… Que el camino se haga carrera por llegar, ¿Dónde?
Te pido, no me mires con caridad, con bondad. No me mires ofreciéndome todas las opciones si después no me vas a permitir elegir con libertad.
Tu seguridad no me sirve si implica ir con freno de mano… me sale mal, y por favor, no vengas a consolarme con pañuelos descartables cuando no me animo a abrir los ojos, mirarte y ser yo en vos.
Hay días en los que tus gotas rebalsan el molde en el que me ubicás y no hay balde que me contenga cuando todo lo percibo como una indundación que no me da tiempo a escapar nadando, que me ahoga debilitándome todavía más… entonces él, que tiene 4 años apoya una tarjetita en mi pierna, me da su manito trabajadora y se va para volver al minuto a buscar lo que dejó, para volver y mirarme y llevarse las preguntas existenciales y sinsentido que me hago cada día buscando paz en vos.
En una sociedad que consume hasta generar rechazo, en vos que sos la sociedad en la que él me mira contándome que tiene cuatro años, en la que a mí me duele la garganta por las incertidumbres y el no saber qué quiero… en la que a él le duelen los piecitos de caminar descalzo y de entregar tarjetitas gritándome con sus ojos.
Con sus ojitos abiertos, más cansados, más chiquitos, más débiles, más confusos y más asustados que los míos.
Con sus ojitos abiertos, más cansados, más chiquitos, más débiles, más confusos y más asustados que los de cualquiera, incluso de los que lo ignoran.

12.02.2007

La batalla entre el deber y el querer

Data aproximadamente desde el principio de la humanidad. Pero en mí convive desde hace unos 22 años.
Muchos la comparan con Waterloo, otros prefieren asociarla con la batalla de los órganos (cerbero vs. Corazón)


Por un lado nos encontramos con el ejército del deber, siempre bien organizado, con estrategias y pautas que cumplir.
Comandados por el capitán Súper yo, los soldados obedecen sin protesta. Se organizan en dos grandes tropas: por un lado la de la razón y las justificaciones, y por el otro la de la conciencia y las explicaciones. Bombardean con misiles en forma de palabras cuya función principal es marear al enemigo. Otra estrategia de uso predilecto son los razonamientos, esclarecimientos y discursos escasos de sentido.

Como contrincante, tenemos al ejército del querer, caracterizado por su falta de organización y su incoherencia constante.
Los capitanes son los gemelos : el odio y el amor, los cuales se llevan bastante mal. Sin embargo algunos insisten en que son las dos caras de una misma moneda.
Los soldados raras veces hacen caso, su falta de coordinación y coherencia los identifica.
Sus bombardeos en general se asocian con estallidos de lágrimas, gritos y en su defecto carcajadas.


...Y la angustia que empezaba a acumularse en el pulmón, escapa del cuerpo en forma de infinitas gotas.
Las palabras y razonamientos, por mas que intenten, no logran hacerse amigos de lo que sentimos.
Y el miedo se junta con la incertidumbre, y juntos provocan pánico.
Pánico a terminar lo que recién empieza
Pánico a empezar lo que nunca termina.
No podemos mirarnos, y cuando lo hacemos huimos, perturbando todo aquellos que las palabras dicen, diciendo todo aquello que las palabras no abarcan.
Tus silencios suenan a vidrio roto. Los míos a venganza.

Que la inercia sea lo que nos mueva no me gusta
Que la razón tenga razón, apesta

11.29.2007



transformame, por favor.

transformame.

11.24.2007

“Taxista no, tachero. Es así nena: Taxista es porque maneja un taxi. Tachero es la profesión”


Yo subí comiendo un pancho y él se preocupó porque no cayeran papas pai en el tapizado de su taxi. Lo tranquilicé contándole que me había encargado de pegarlas con mayonesa, a las papas pai.
Una de mis amigas vio la luna llenísima, y otra me dijo que le sacara una foto. Eso fue suficiente para que él tirara indicios de su condición de fotógrafo: “apoyá la cámara despacito, abrí todo el diafragma y ponela en bulbo”. Eso era lo que tenía que hacer, según él, para poder captar las luces y sombras de la luna tan llena.
Como no toleré su absolutismo, e ignorar cosas que me perturban me sale muy mal, le conté la forma en que quería sacarla yo y me descalificó diciendo que así era lo mismo que pegar un círculo blanco en una cartulina negra.
Bajé y le dije que muchas gracias. Que iba a sacar la foto. Y le pedí a mi amiga que me mandara un mensaje cuando llegara a su casa.

Él debe haber finalizado su recorrido vigilado por el zorro blanco embalsamado que descansaba en la luneta del taxi.
El pancho lo comí.
La foto no la saqué.
Y siempre, siempre… esa casi necesidad de hablarles, de preguntarles, de querer saber más, de no poder evitar tratar de entenderlos.
A los tacheros, no taxistas.


“llegué. no te preocupes, mañana pegamos una cartulina y listou”
“jaja. sabé disculpar, los taxis son mi debilidad”.

11.16.2007

desdemipanza

limpio mi conciencia
con agua que los silencios baña
proyectos
armo
(con)
relojes inexistentes,
que la vida contagia
tiempos
espero,
en sillas incómodas,
que las circunstancias generan.los días
corro
con zapatos pesados,
que las incertidumbres
prestan
las ganas enjuago
con lavandina pura,
que las miradas
lanzan
ideas
desacomodadas
con sentimientos sueltos





que vienen desdelapanza

11.09.2007

Duelo y melancolía *

¿Qué vas a hacer cuando seas grande?
Era una pregunta que rondaba en el jardín, casi tanto como la plastilina y los anillitos.
Le seguían respuestas del tipo:
- astronauta
- medico como mi papa
- bombero
- policia
(cuan alejados del futuro real, que bueno es ser niño)
Nada entendíamos de cuentas, de perspectivas de vivir solos, proyectos de viajes, de ahorros ni de deudas.

Y ahora llego la hora de “ser grande”… ¿cuándo uno es ya grande?
¿Cuándo ya no tomás más merienda?
¿Cuándo podés no dormir en casa sin avisar?
¿Cuándo las películas de terror ya no asustan?

Al final Fito tenía razón, la vida es un continúo rodar. Empezar para terminar, y poder volver a empezar, y así…
Pero cuando llega el momento de la vueltita donde terminamos: angustia, incertidumbre, temor. Pero por sobre todo, sorpresa. El cómo puede ser que ya haya pasado. Tan rápido , “problemático y febril“.

¿Así también pasará la vida?




Tengo miedo.

11.03.2007

de maria la paz

Servilletas de papel,
Pantuflas de hotel

Pañales, Vasitos
Bandejas, Barbijos

Cartuchos, Cubiertos,
Envases diversos

Bandas depilatorias
Vendas pos operatorias

Jeringas Curitas,
Agujas, Toallitas

Bolsas de residuos,
Envoltorios, preservativos,

De los que conozco, ningún descartable
Parece ser agradable

Se compra y se usa una vez
Se tira, y se olvida después

Así me sentí esta mañana
Cuando te fuiste como si nada

Me dejaste sola, olvidada,
pobre Ilusa ilusionada…

Hoy entiendo cuan desagradable
Se siente el Ser descartable.

10.29.2007

de más

Los brazos que llaman de forma asimétrica. Y yo prefiero hacer de cuenta que eso es casualidad antes que enredarme en un pensamiento que rechaza las pequeñas dosis, pero al que la abundancia le da náuseas.
Opto por evitar embrollos del tipo: quiero pero no hago, siento pero no digo, anhelo y no puedo.

A veces (siempre) me cuesta entender tu panorama minimalista y pienso que si hubiéramos sido artistas plásticos, tu forma de ver las cosas sería un cuadro del renacimiento y el mío uno barroco de los más bizarros.
Voy recordando la forma en que fuimos encontrándonos, y aparecen conversaciones viejas que empalagan un poquito, me avergüenzan bastante y hacen que me tape la cara para evitar un banco, una plazoleta y los colectivos que no paran de pasar en Avenida de los Incas.

Pero cuando no aguanto más, empiezo a decir y decir las cosas ahogándome en una impotencia que presiona.
Lloro.
Digo basta y pienso que el hecho de que dos personas se gusten es complejo, que prefiero evitarlo y que no me interese entender nada ni a nadie más.

Y después me meto en la cama: padre nuestro te pido, te agradezco, me disculpo y mi rinconcito de Dios tiene una cruz intrusa de procedencia peruana.
Es una Cruz Inca.
Sonrío.

A veces (siempre) prefiero dejar de lado corrientes de todo tipo y pensar que si hubiéramos sido artistas plásticos seríamos famosos por nuestro collage: de situaciones, de lugares, de formas, de discusiones, de besos y lo que siga después….


… después, cuando nos quedamos simétricos. Aunque de exactitudes no entendamos nada.

10.19.2007

recreo (partedos)



todos queremos

recreo

tiempo.un poco más de tiempo.

10.01.2007

Frases envueltas en papel de caramelo

Nubes de jueves, 9 a.m., Azopardo 621.
Mal humor que se transpira,
Los suspiros suman más que las baldosas. Emanan de cada uno de los cuerpos que forman la interminable cola.
Gente que disfruta dar ordenes, y más si es gritando y en tono agresivo.
Persona de unos 25 años, DNI 30.768.049, sexo masculino, de apariencia graciosa.
Pasa, escondiendo su panza, por los pequeños espacios que hay entre alguien (sí, ahi solo somos alguien) y alguien.
- DNI 30.768.049, (Chico de apariencia graciosa): “La razón, Clarín, La Nación.. biromes, azul y negra…La razón, Clarín, La Nación.. biromes, azul y negraLa Razón..” incontables y aburridas veces.
- DNI 19.884.736 (alguien de por ahí): “¿che, me das una birome?”
- DNI 30.768.049: “ah no, biromes no me quedan mas”
- DNI 31. 916.051 (algunos le dicen Maggi): En palabras bajas haciendo eco en su cráneo "..y cuántas veces la rutina disfrazada de cotidianeidad nos embarca en las cintas transportadoras de Taylor, quitándonos cualquier posibilidad de ver aquello que tenemos, y lo que es peor …todo eso que nos falta”

*

Sol medio-fuerte que anticipa la primavera.
Chicos que corren, gritos que vuelan.
Aquel edificio que solía contenerme de lunes a viernes, de viernes a lunes.
Igual, siempre igual (con el tiempo aprendí: yo estaba distinta)
-Pensar que alguna vez fui del tamaño de ese bebedero-.
De repente, Ella: Mariana (la dueña de la escuela).
Luego de un abrazo cariñoso, sus palabras- siempre tan suyas y tan de nadie- : “
vos aca podes hacer lo que quieras eh . Si querés podés jugar a la rayuela.”
Me sacó una sonrisa, sí. Pero me quedé pensando.. ¿habrá descubierto mi mirada que poco escondía mis ganas nostalgiosas?

*
El (4 años): ¡hey, no las encuentro por ningún lado! (hacia escasos segundos que daba vueltas alrededor de la mesa)
Ella (casi 22): ¿Qué buscas?
El: ¡Las novias!
Ella: ¿Las novias de quién?
El : Esas… las novias!
Ella: ¿La novia de Batman?
El: No, éstas… aca están (en sus manos, perdón manitas, sus esposas de policia)

9.23.2007

Caos en departamento de Belgrano


Pirata traicionera queda encerrada en un baño. La rescata un grupo de borrachas. La puerta está en reconstrucción.

Ocurrió el sábado 25 de agosto, cerca de las 2 de la madrugada. Un grupo de mujeres (pero de mujeres mujeres, no de esas minitas así nomás) se encontraba festejando un cumpleaños cuando escucharon gritos despavoridos provenientes del baño.
El sujeto fue reconocido como Estefanía “traición” Orseg Schor, de 20 años de edad y estatura “muy alta”, según comentaron algunos de sus hombres más allegados.
Todo empezó cuando la damnificada intentó salir del “pipi-room”, la cerradura se trabó y sus intentos por destrabarla fueron en vano.

“Escuchamos gritos que provenían del baño y nos acercamos a ver que pasaba, ahí nos dimos cuenta de que Tefi estaba encerrada y comenzamos a reír” – comenta Ornella Patti en su paz, mientras baila cumbia e inventa sus letras.

“Yo me enteré al recibir un mensaje de ella. Cuando me llego me sorprendió, pero quede anonadada cuando giré mi cabeza y Estefanía no estaba por ningún lado.”
Lo que todavía no se sabe es qué hacia la víctima con el celular en el baño.

Los primeros intentos por rescatarla no fueron eficaces. Un grupo de cuatro jovencitas intentaron usar la inteligencia; pretendían que la damnificada colocará un pequeño clavo en un agujerito del picaporte también destacado por pequeño. Lo que no sabían era que la muchacha encerrada no veía uno, sino tres agujeritos, ya que estaba imposibilitada para centrar su visión.

Se escuchaban carcajadas que no permitían identificar bien el reclamo de ayuda y temor de la encerrada. Se comenta que una de ellas, con voz alta y corajuda proclamó: “chicas basta! Las que quieren ayudar de este lado, las que se quieren reír, por acá.”

Debido al estado de ebriedad, nerviosismo y pánico, sumado a las pocas personas que habían quedado “de este lado”, Estefanía jamás logró abrir la puerta, por lo que las mujeres mujeres comenzaron a golpearla fuertemente, cual matones de película yanqui: culatazos, patadas, codazos fueron los métodos que lograron liberar a la víctima.

En un momento pararon de golpear y logré abrir la puerta, estaba toda rota por las patadas, pero gracias a los golpes es que ahora estoy en libertad” –nos dijo Estefi entre lágrimas.
Y agrega: “si bien muchas de mis amigas me ayudaron a salir, sé que otras no paraban de reír y eso me daba mucho miedo”.

Respecto a esto, vecinos del edificio identificaron a Lucila D’Urso, como una de las amigas que sólo se tiró al piso a reír sin parar y a Ma. Magdalena Cervellera.
“Había una flaquita que aparentaba llamar a un cerrajero, pero era mentira. Ellas dos sólo lanzaban miradas cómplices entre sí y pensaban en contarlo en desdelapanza.” Narra uno de los vecinos.

Intentamos contactar a Yanina Medina Artola y Constanza de Bernardi para que nos dieran su testimonio pero fue en vano, ambas no lograban centrar la vista: “Lo amo, lo amo…”, fueron las únicas palabras que salieron de sus bocas, mientras miraban sus teléfonos celulares esperando mensajes de sus respectivos hombres.

El episodio finalizo con un brindis, festejando y bailando al son de “Pachanga vol. 1, 2 y 3”.

9.15.2007

ades.tiempo

Tengo orgullo de mi condición de estudiante y todavía más cuando por ella recibo un 5% de descuento en la compra de dos rollos Ilford blanco y negro que se revelan como si fueran color.
Me gustan las señoras de más de cuarenta que usan accesorios hippies en abundancia y tienen dejes de juventud entre sus detalles.
El colectivero que se desvía en el recorrido y se ríe de las puteadas de sus pasajeros, me anima, me divierte y me ayuda a conocer calles perdidas.
No puedo dejar de asombrarme de todo lo que puede verse cuando levanto la cabeza en la bajadita de Lavalle al 200, cuando la levanto para el lado del cielo, con mis pies en bajada. Me mareo un poquito y el cielo aparece entre los edificios de 1900.
Siento que la gente es buena cuando un señor me ayuda a levantar una bolsa que se me cae y comienzo a amar al quiosquero que me cambió un billete de dos por dos monedas de cincuenta y cuatro de veinticinco.
Todavía no puedo entender cómo es que algunos músicos rebalsados de talento tocan en el subte, pero mi egoísmo disfruta de su presencia cuando hacen covers de Serrat.
Y aunque suene irónico, me divirtió este veranito de San Juan, cuando todos esperaban una tormenta de Santa Rosa.
Porque Buenos Aires a veces apesta en la gama del gris, pero hay días en que se nos revela con todos los colores y nos regala un 5% extra de aire: para respirar algo más libres… con menos exigencias, tal vez sin tanto contexto. Para poder ahora revelarnos nosotros ante tanta monotonía, que la juega de húmeda y no para de salpicarnos con gotas que dan ganas de sumergirse en la vida y nadar, y nadar… y seguir nadando.


(empapada.sì)

9.12.2007

La edad de la Hum

Pelos que insisten en convertirse en formados rulos,
y otros tantos que se revelan ante cualquier atadura.
Veredas que se mojan sin mojarse.
Sensación térmica que se transforma fácilmente en sensación pegajosa.
Febo que esta de huelga, y las nubes, que complotadas, no se animan a llover.
Las sirenas y bocinas suben el volumen. Los olores también.
Moléculas pegadas unas a otras, convirtiendo al aire en plomo.
Cachetes que se pegan al saludarse,
Zapatos que se resbalan.
Narices que brillan. Galletitas poco crujientes.

(Buenos Aires que apesta)

9.04.2007

Historias emPIEzadas y no terminadas...

"Dicen que viajando se fortalece el corazón, porque andar nuevos caminos te hace olvidar el anterior ..."
Ojala esto pronto suceda...

Porque es ahí donde nos olvidamos que alguna vez tuvimos una rutina

Porque los días son largos, y se viven más intesidades que horas.

Porque los ojos ya no ven igual, estan cargados de paisajes y momentos que ya nunca se olvidan.

El futuro se decide el momento antes de que suceda.

Las decisiones son intrascendentemente interesantes

Esas, tus personas, estan tan lejos pero más cerca que nunca.

Porque ya no somos nosotros,ya que cualquier regla social que nos defina ya no nos acompaña.

Porque conocemos gente, tan diferente, pero que en ese instánte siente tan lo mismo que vos.

Esa lucha característica de los últimos días entre no querer irse nunca, pero ya querer volver.

Porque todo pasó demasiado rápido, pero a la vez el recuerdo de la partida quedó muy lejano.

Porque todo lo que sucede tiene un tinte especial

Porque se vive una vez y se revive mil (con un poco de alegrianostalgiatrsitezafelicidad)

....

Ojalá esto pronto suceda

8.24.2007

buendía



la sonrisa se dibuja
con el viento suave
que penetra en nosotros
y querer verte más
y sentirte todo el tiempo
así
tan
cerca
y que no te vayas más. nuncaperonuncamás.
tener un dolor lindo
llorar y encontrarte
despeinarme y soltarme
y si los zapatos aprietan
que aprieten
porque no me importa

me quedo con el viento suave
que penetra en nosotros
y con la sonrisa que se dibuja

encontrándote dones que
sensibilizan
entendiendo cada vez menos todo
pretendiendo no entender.te

y esas cosquillas, que son de
mentira
yo juego a que las creo
hoy tengo ganas de correr muy rápido
muy sola
y llegar a un campo verde con flores,
chiquitas y amarillas
pero con pocas flores y algunas montañas
llegar agitada y tan cansada
y tirarme ahí hasta aburrirme
hasta dormirme y despertarme
y ver.te (avosatodo)
sin taparnos más que con el sol
después nunca volver, acá
a lo que hoy veo lindo

hoy

con la sonrisa que se dibuja
con la sonrisa que me dibuja
con la sonrisa que te contagia.

8.15.2007

Él-Yo (ello)

Ella : -¿ A las 5 en Zabala y Luis María Campos?
Él: - A las 5 entonces
Ella: - Te veo, adiós.


Caminando rápido con un intento de disimulo y controlando que todo en mi apariencia estuviera como debía estarlo- perfecto- , llegué agitada.


Él no había llegado aún, lo cual fue una buena noticia para mis pulmones que podrían recobrar el aire, y para acomodarme el despeinado que el viento de aquel día había logrado.
Miré el reloj, volví a mirarlo. Y lo miré otra vez.
Pensé que seguramente él llegaría tarde. Pensé que probablemente no tendría motivos. Recordé cuantas veces me lo había hecho. Pensé que realmente era un tonto.
Cruzando tranquilo, lo veo llegar. Entre bronca por la lentitud de sus pasos, y la ansiedad que me generaba volver a verlo, le dí un beso tímido, de esos que se dan con la mejilla.
Primordiaban los silencios que no dejábamos entrepasar, añadiendo palabras sin sentido.
- ¿entramos?
Su voz, venia cargada de recuerdos, imágenes y olores que se activaban con solo escucharla.
El café no era de los más lindos, era antiguo y un poco frío, pero estuvo lejos de ser el protagonista de la situación.
Nos sentamos en una mesa cercana a la ventana. El parecía apurado. Yo lo estaba pero lo disimulaba bastante bien.
Sin mirarlo, pero mirándolo, descubrí que su pelo ahora se componía de rulos largos, y una aro, antes inexistente, poblaba su nariz.
Su boca y sus ojos parecían intactos. Su sonrisa que irradiaba ironía, sus ojos que gritaban ternura. Tal cual como los deje.
Sus manos también encajaban con mi recuerdo. Limpias. Dedos cortos, uñas también cortas, ayudadas por sus dientes que así las conservaban siempre.
Las primeras frases con sentido comenzaron con temas de actualización, las cuales fueron acompañadas con un espumoso cortado.
- ¿Seguís con la facultad?
El primer sorbo resulto demasiado caliente para mi paladar.
- Sí, ya terminando por suerte. Y tu corto, ¿Cómo va?
Ahora estaba más a temperatura, pero quizás un poco amargo.
- Ahí estamos. Casi terminándose también.
Tibio y bien dulce, como me gusta.

Continuamos hablando de temas profundos, esos que nos caracterizan, y otros no tanto.
Habían pasado muchos meses, en esos meses muchas cosas, y en esas cosas demasiadas cosas.
Nuestras conciencias hablaban sin parar, pero mientras tanto nuestras miradas se cruzaban. Totalmente independizadas de las palabras, se chocaban, se conectaban, se tocaban y en un mili segundo volvían a banalidad.
Lo veía tan cambiado, parecía ser otro a aquel chico de suéter fucsia con rayas de aquella vez.
- Eh…¿me traes un tostado?. No muy tostado. Blanquito, pero que este crujiente. No, no. Mejor una medialuna, pero que no esté quemada por favor.
No, definitivamente era el mismo en su esencia.
Como siempre la humildad jamás se hizo presente en su discurso.- ¿La tendría?-
Su ironía y su terquedad, que algún día me habían conquistado, por supuesto fueron protagonistas de ese extraño pero agradable café.
- Bueno, un gusto verte
- Igual para mí, nos vemos
- Dale, dale, arreglamos.

Nos despedimos simulando un próximo encuentro. Nos encantaba mentirnos.
Me aleje con pasos distraídos, pensando que esa tarde me había encontrado con él, pero también con ella, de hace unos tres años atrás.

8.09.2007

tengo

tengo todo y no lo veo
tengo un globito de nube que piensa sobre elementos difusos

veo todo y no lo tengo
veo en una ceguera de negación como flotan mis ideales
a mi
izquierda, indomables

intento todo y no lo logro
intento acomodarme, organizarme y caminar
por
donde
quiera, por donde prefiera
y no lo logro

tengo mi vida y no puedo
tengo tanto que no puedo. exijo tanto que no puedo

tengo que no quiero
y te quiero
aunque
no tengo

7.29.2007

Hacerse la boluda

Taparse los ojos, y que los problemas pasen, sin el peso de mi mirada sobre ellos.
Que las incertidumbres sobre el futuro, los males de amores y las inseguridades, caminen agachados, casi sin hacer ruido.
Que las tristezas organicen una marcha de silencio, y que los dolores –los que más duelen- se hagan mudos.
Que los llantos no raspen las gargantas y las lágrimas se apaguen.
Que las decepciones no chillen.
Que se valga mirar para otro lado, darse vuelta y el no querer ver.
Que se ponga de moda el pica para todos los compas.
Que se propague el trueque de sollozos por carcajadas.

Poder hacerse la boluda, al menos, solo a veces.

7.23.2007

recetita macanuda* para no extrañar

(tanto)


1. Despiértese rápido, salte de la cama y de ningún modo se sumerja en una fiaca que lo conduzca a la tan conocida “modorra”.

2. Báñese, desayune y muévase por su casa escuchando la radio. Cuando la canción se torne densa, viértala en un recipiente bien enmantecado de modo que la misma no se pegue en su cabecita loca loca.

3. Variante: Puede grabar un “CD up”, con canciones del tipo “La Pachanga” o algún otro hit de los ‘90. Personalmente recomiendo utilizar este ingrediente entrado el fin de semana.

4. Salga al trabajo y camine hacia la parada del colectivo dando pequeños brincos. Es fundamental no agobiarse con recuerdos traicioneros, como ser un mensaje de “buen día mi amor”, y dejar que el sol nos dé la bienvenida.

5. Durante su jornada laboral abóquese a sus tareas y no piense demasiado.

6. Nota: todo pensamiento efectuado en abundancia en horario de trabajo, conlleva inevitablemente a quemar cualquier intento de optimismo.

7. Camino a casa, o a la facultad, cierre los ojos e intente imaginar que ese subte no agobia. Cuando crea que el contenido rebalsa el envase respire, relájese y abra ese libro de Humberto Eco.

8. Unos mates en nuestra paz ayudan a calmar la ansiedad. También puede conversar con otros cocineros y/o comensales: amigos, familiares, vecinos.

9. Entrada la noche, el día ya está prácticamente cocinado. Desmóldelo en una cama con muchas frazadas y lea o mire tele esperando que se enfríe.

10. Cuando la luz del velador provoque ardor en los ojos, apáguela. Baje sus párpados y extrañe sólo un poquito y con amor hasta quedarse dormido.

7.19.2007

Del trabajo, la relaciòn

Ornella se levanta cada mañana como una hora antes del horario en que debería porque le gusta hacer las cosas tranquila, muy tranquila. En vacaciones su placer más sencillo es poder tomar mate en la cama, con el agua prácticamente hirviendo, usando su termo de medio litro mientras mira la tele antes de partir hacia el trabajo.
Suele hacerse planteos existencialistas más jugados que los de cualquiera, pero los remata con un chiste bizarro que puede ponerte de buen humor a vos, a mí y a todos.
Tiene el lunar más lindo del mundo, y un día creyó que iba perderlo: Se le formó una cascarita y parecía que iba a caerse todo junto, cascaritaylunar. Pero eso nunca pasó, la cascarita cayó y ese lunar de Cindy sigue ahí, haciendo estragos, llamando la atención de cualquiera: hombres y mujeres.
Ornella tiene mucho miedo al día antes del parcial, y su llamada angustiante puede convertirse en una catarata de risas espontáneas acompañadas por esa particular naturalidad que la caracteriza.
Puede resolverlo todo: un problema de estadística que combina cuatro temas, un nudo marinero, desclavar una estaca que parecìa comida por la tierra, responder una pregunta capciosa sin perder el nivel.
Puede llorarlo todo: una película, una fiebre fuerte, un miedo que genera incertidumbre, una carcajada.
No se rinde nunca, y cuando lo hace es tan prolija que nadie lo nota, por eso siempre suele tener razón en nuestras discusiones del tipo: qué iba en la pregunta cuatro; a què hora sale el micro para Cachi; cómo contener esta ensalada de sensaciones.
Ella es la persona que sabe decirte las cosas de forma organizada y sin caretearla.
¿Defectos? Sí, es humana y tiene un gran defecto: la letra más chiquitita del mundo, lo cual para una miope como yo, con astigmatismo y estrabismo, que además tiene en la actualidad alergia a las lentes de contacto y se niega rotundamente a los anteojos permanentes, es una pesadilla.

Por ahí ni te importe que la presente o describa, lo que pasa es que hoy la vieron a eso de las seis de la tarde caminando de forma rara. Me dijeron muchas personas que parecía que flotaba y que le estaba haciendo caso a alguien que le había dicho “cuando salgas respirà y exhalà, jugà a la libertad. Si vos te lo creès, vale”.
No se reía con dientes, pero cerraba un poquito los ojos en su andar.

Porque ella es así, tan suave, tan tranquila, y a la vez tan efusiva y divertida… tan ella en mi vida con su presencia física en cada subida de esa eterna escalera de la deteriorada Facultad de Ciencias Sociales.

Porque vos, Ornella, me hiciste pensar hoy que una de las mejores cosas que me pudo haber pasado en la vida es que me alcanzaras esa birome bic que se me cayó al piso del aula 207 del pabellón dos de Ciudad Universitaria en mi segunda clase de Sociología del CBC, hace ya casi tres años.
Y ahí empezó todo…. después el recorrido del bondi 133 para entender a Marx, el Materialismo Histórico, cierta alienación y una cinta que transporta un auto al que por un tiempito no le vas a tener que ensamblar ninguna pieza.

7.14.2007

VeoVeo

VeoVeo.

Que ves?

Una cosa

Qué cosa?

*Maravillosa*

De qué color?

ROJO

Rojo. Casi bordó, como esa gota de vino que me empuja de la sobriedad a las sonrisas libres
Rojo. Medio anaranjado, como el papel de los sugus- los que venían en cajita-
Rojo. Intenso, como la secuela en los labios de una lucha de besos
Rojo. Brillante, como los moños de los regalos de cumpleaños
Rojo. Atrevido, como cuando la vergüenza decide materializarse en mis pómulos
Rojo. Gastado, como el de mis zapatillas después de acompañar tantos de mis pasos
Rojo. Rosado, como las manchas en forma de boca de los cachetes de los nietos
Rojo. Especial, como la rayitas del cuadrillé de su bufanda.
.

7.08.2007

Se viene se viene la pa-ti-ne-ta


Susana le dice Cervellera a José y José escucha la Bersuit en su auto con vidrios polarizados
Bibi usa jeans ajustados y resucita ropa ochentosa; entonces Franco se indigna y prefiere ver Shrek tercero antes que sumergirse en una discusión celosa.
Franco y José idean trampas para interrumpir a Bibi, y Susana les dice que “son dos pelotudos”.
Susana toma mate con un termo turquesa fashion, comentando libros y películas con la naturalidad más natural de toda la naturaleza crítica: con intelecto e ingenuidad.
José y Franco bailan cumbia con sus hijas un treinta y uno de diciembre, ebrios: las hijas y ellos.
Susana y mamá, perdón Bibiana, prefieren dance, y levantan sus brazos moviendo sus caderas pero sin retirar los pies del piso, dando vueltitas evasoras cuando ellos las sacan a bailar.
Susana vuelve a animarse a la bikini y José toma Speed.

Son como cuatro adolescentes que rozan los sesenta y una los cincuenta, que vuelven a niños y nadan en esa eterna pileta de Cocun.

Susana prepara las milanesas más ricas del mundo, y se le llenan los ojos de lágrimas cuando le dicen cosas lindas.
Franco sigue escuchando Sui Generis y despertando a sus hijas cada domingo al mediodía para comer con ellas.
José puede dar los abrazos más fuertes y ser el más celoso del mundo cuando miran a sus nenas.
Bibi no aguanta irse lejos y aunque no haya pasando ni un día llama presentando viles excusas para no asumir que extraña.

Son como cuatro padres más que rozan los sesenta y una los cincuenta, son cuatro amigos que se ríen de la vida con eterna jovialidad, de lo que vos podès reírte, pero cuando te abstraès los admiràs.
Admiràs la sencillez con la que viven.
Admiràs la experiencia con la que hablan.
Admiràs el amor con el que te miran.
Porque es ahí donde los encuentro jóvenes, en ese valor y en esas ganas desafiantes ante una vida que por más que los empuje no los voltea, que por más que lo lastime no los mata.

7.04.2007

Huevo que se rompe en sartén, clara que pasa de transparente a blanca, olor a manteca mas que derretida.
Por la ventana una voz lejana se atreve a entrar y la muy pícara penetra en mis oídos:

“Compro todo. Muebles compro,
Heladeras, lavarropas, compro
Ropa vieja, perfumes, alhajas, compro
Sillas, chapas, baterías compro
Cortinas, animales compro
Camas compro”

….

Desilusiones, despedidas, malos entendidos, vendo
Ropa fluorescente, ganchos para el pelo, vendo
Discusiones con muchas palabras, muchas lágrimas y poco sentido, vendo
Monedas chiquitas - de 10 y de 20- vendo
Domingos + tele + otoño, vendo
Hamburguesas caseras muy cocidas, vendo
Rutina, muy rutinaria, sin espacios para sonrisas, vendo
Esperas de más de cinco minutos, vendo
Algunos “porque no”, muchos “después” y algún “quizás”, vendo
Colectivos 42 vendo, algún 24 de marzo, vendo
Malhumores matutinos, vendo.

6.30.2007

Estemos estando

Estoy pensando en desarmarnos, en sacarnos mochilitas y caminar ahora más livianos. Sin peso, sin armadura. Estoy pensando en que empecemos a sentirnos leves y con bondad de la originaria y revolucionaria, esa bondad rousseauniana que no conoce y no se corrompe.
Estoy imaginando que la corrida se hace vuelo, vuelo y no planeo, sin que lo note ni lo notes; para que cuando no nos vean podamos volver a caminar ya livanos de todo.
Son esas ganas de estar al ritmo de lo que escuchamos, la voz propia que se va haciendo música y el pecho doliendo: tanlindosudolor.
Las voces que se generan, internas, nos generan. Se hacen música y el paso no avanza: baila porque ya no importa ir.
Tal vez hoy sea quedarnos, que te quedes.
Y no es egoísmo. Estoy adaptándome a una sensación que me pide separarnos de todos, que al caminar seamos imperceptibles y perdamos hasta la certeza de nuestros pasos.
No los tuyos.
No los míos.
Los nuestros…
Es separarnos hoy, devosdemì, separar y parar
La voz, la música.
El tiempo.
Caminos, idas y venidas.
Es quedarme y pensarte distinto, hablarnos distinto pero respirar y escucharnos.

Hoy siento que a veces ir y venir, para volver a irse y querer elegir es la mejor jugada; es lo más efímero que alguien (y no tengo idea quién) armó, preparó y desarmó para que yo pueda verte, pueda tenerte y pueda quererte…

6.26.2007

Una vez más, con nosotros, María La Paz

Graves incidentes causan una crisis general
Los manifestantes no ahorran recursos para hacerse oír


Un grupo de pasajeros indignados por la inesperada paralización del servicio iniciaron anoche una espontánea pero violenta manifestación.
Tras el desbarajuste causaron graves incidentes en la cabecera del ramal, generando una confusión que llevó a fuertes incoherencias.


Los disturbios comenzaron minutos después de las 24 tras del cese de servicios, los cuales fueron congelados a raíz de un inesperado encuentro con el sujeto en cuestión.

Al parecer, este mismo quiso establecer contacto (oral verbal), desatando la paralización absoluta de la cabecera del ramal y así se generó un nulo movimiento en todo el resto de los canales de circulación.

Fue en ese momento cuando un grupo de personas identificadas como miembros del grupo H.O.R.M.O.N.A.S. comenzó a manifestarse, sin ahorrar recursos para marcar su presencia, desatando el caos por completo.

La caída del sistema generó una deficiencia en la habitual conciencia de procedimientos, llevando al cuerpo entero a quedar a disposición del sujeto en cuestión (quién por supuesto intentó sacar un máximo provecho, haciendo uso gratuito de todo lo que pudo).

En ese contexto, empleados del sindicato central de la defensa de la consumida lograron afortunadamente reagruparse y restaurar la organización de la cabecera del ramal, para dar fin la manifestación a través de fuertes represalias al sujeto en cuestión.

Fueron ellos también quienes minutos después pudieron rescatar la causa del conflicto de fondo: una supuesta carencia de valoración de los derechos de autoestima y autovaloración.

En cuanto al sujeto en cuestión, la versión de sus delegados enviada más tarde fue otra: ‘’desconocimiento de la crisis general causada en aquel momento’’; demostrando con esta afirmación (la cual resultó muy poco creíble por lo que todavía esta siendo investigada) el intento de quedar libre de compromisos.

Personal del sindicato apagó rápidamente los focos ígneos con los matafuegos de las unidades, hasta que a las 01.32 se reanudó el servicio y la situación al parecer se normalizó (lo que no significa que no quedaran secuelas después del incidente).

En su discurso tras lo sucedido, la presidenta del cuerpo Srita. M. L. Paz prometió que no permitiría bajo ningún punto de vista que esto vuelva a suceder, ya que a modo de prevención se procederá a una nueva organización de la cabeza del sistema.

Parece que todavía no entiende que nada de esto pasa por la cabeza. Y que mientras así lo crea, nunca podrá sacar al cuerpo de la confusión que el grupo H.O.R.M.O.N.A.S genera una y otra vez… cuando aparece el sujeto en cuestión.


6.21.2007

Visitas no bienvenidas

De vez en cuado viene a visitarme.
Por suerte es solo unas pocas veces. En general cuando baja el sol, y prefiere los domingos.

En algunas ocasiones decide instalarse en mi cabeza, y allí comienza a dar vueltas y vueltas, hasta marearse, hasta marearme. Intento echarla, pero en vano. Se queda, y a veces horas, y a veces días.
De vez en cuando le gusta acomodarse en mi estómago, un poco más arriba o un poco más abajo, pero siempre molesta. Últimamente en este sitio solo viene de a ratitos.
Las más de las veces le gusta cobijarse en mi garganta. En forma de nudo, y hasta a veces parece pinchar. Ocupa todo el diámetro de mi garganta, interrumpiendo todo sonido que quiera salir de allí. Crece y aprieta, y por momentos duele. Lucha contra mi intento de al fin tragarla, pero termina siempre por quedarse ahí.
Algunas veces elige mi pecho. Se ubica a la altura del esternón y ahí se queda. Y ahí presiona. Y cuanto.
Ocasionalmente decide materializarse en pequeñas gotas saladas, y se escapa por mis ojos, corriendo rápidamente hasta llegar a mis pómulos, donde frena, para volver a avanzar.

A veces es chiquita y pasajera. Pero otras, decide no pasar por desapercibida y de una u otra forma gana protagonismo. Raspa, grita, rasguña y, siempre dominando al raciocinio, se queda.Sentimiento gitano, que por suerte nunca llega para quedarse
.

6.10.2007

Polito

- Hola linda.
Me dijo el día que empecé a trabajar.
Y fue el único que entre las doce y las seis me habló en ese lenguaje coloquial-urbano que me hace sonreír.
No sé bien cuál es su horario de trabajo, tampoco sé si es feliz haciéndolo, pero cuando se ríe con los chistes bizarros del payaso mala onda de Mañanas Informales, me olvido del olor a artículo de limpieza que sale del cuartito en el que siempre está y hago de cuenta que el ascensor no llega así yo también puedo espiar la tele y reírme con él.

-Hace frío hoy, eh.
Me dice al pasar cuando me ve llegar tan abrigada, con todo lo que pude ponerme para no tener frío, sin importar moda o vanguardia alguna.
Y después se ríe en mi cara, viéndome salir envuelta en mi bufanda, tambaleándome adentro de ese saquito gris.
Él sabe más de clima que el Servicio Meteorológico Nacional, más que National Geografic, más que vos más que yo.
Me animaría a decir que él sabe más de clima que madre; porque el lunes de la semana pasada, cuando hacía no se cuántos grados bajo cero tiró la posta y me dijo el clima de toda la semana. Acertó. Me cuidó: supe que ponerme martes, miércoles, jueves, y viernes para ir a trabajar y llegar ilesa de resfríos al tan esperado fin de semana.

-Ah, pero nos vinimos con todos los colores.
Me dijo cuando me puse una pollera con flores naranjas, fondo azul y lunares blancos.
Sonriendo de nuevo y sin obviar recordarme que se debían las expensas, y que sinceramente no entendía como todavía no le habíamos bajado el cheque si “siempre los del 5° B son de los primeros que pagan”.
Cuando se indigna es increíble, puede más que cualquiera.
-El miércoles, que viene el contador, le digo al cadete que te lo baje.
Le respondí.
Puse aires de burócrata en mi respuesta y él me miró y pensó “a mí no me vengas con que el miércoles viene el contador y bajame el cheque, nena”.
En ese momento ya no era más “linda”. Era “nena”.


-Todo en orden?
Me animé a preguntarle después de dos meses, en tono confianzudo y arriba del ascensor.
-Acá ando… con un dolor de ingle que no puedo más.
Y bajó en el tercer piso prácticamente reptando.
-Que te mejores.
Le dije mientras seguía subiendo.

Vive en el 7° C, pero nunca subí hasta su casa.
Sé que está casado y que su señora limpia la oficina donde trabajo.
Ella no habla prácticamente nada pero, según me contaron, fue la única que hace cinco años se animó a pedirle a mi jefa que le pague aguinaldo.
Compra valerinas baratas que no secan y cuando se le pide ‘Coca Cola Light’ (porque la vida es como te la tomás) trae ‘Tai’, porque dice que está hecha con edulcorante y no es “tan dañina como esa que toman todos”.

-¿Querés un mate, linda?
Me preguntó hoy cuando bajé a buscar unos pañuelitos de papel.
Y listo, me compró.
Logró lo que para mí siempre estuvo buscando: que nunca más le pueda decir “portero”, que refiera a él diciéndole “ENCARGADO”, con mayúscula. Respetando su profesión.
Aunque yo, prefiera decirle Polito.

6.08.2007

maría la paz


Sin rumbo medio perdida
voy yo por la vida

Doy un paso
Me ahogo en el vaso

Pero me levanto y avanzo

Vuelvo a dar como 20 pa atrás
Y así vengo yo, maría la paz

Corro, salto o camino,
voy a los costados
esquivo mi destino

pruebo los extremos
me tambaleo sin frenos
y me tomo algún veneno

u otras veces voy al frente
me la banco muy decente

pero más que esas retrocedo
no lo admito pero es miedo

la cuestión es, que como sea;
(para los dos costados
pa adelante o para atrás)

agarrada de los brazos de los demás
maría, busca la paz.

Y no le importa nada más

6.03.2007

que los colores no pinten
y la vida se vayavuelvaquede

que el sol no caliente
y el aire sea fríosiempreviento

que los días pasen lento
y la noche materesuciteasesine

pero que vos te quedes
mi vida, dándome el aire
matando todo









(para resucitarlo y volver a vivirlo)

6.02.2007

5.29.2007

- all that jazz -

Sabor dulce.
No se sabe cómo ni de dónde proviene. Quizás de esa mirada, quizás de ese sonrisa, o de esa manera de moverse .

Creo que de su voz; de ahí nace. Pero no muere.
El sonido que sale de su boca gana autonomía , logra distanciarse de ese cuerpo. Lo físico comienza a ser espiritual, y esa voz, ahora independiente, comienza a llevarse muy bien con las notas que brotan de ese piano. Un sonido que despegado de aquella madera , se convierte en sensación y se baña en subjetividad.
Un dedo que acaricia una tanza sostenida en un artefacto de madera fina, desprende aquel sonido que resbala en mis oídos, y ahora pertenece al alma. Escabulléndose encuentra ese sentimiento escondido, que ahora se deja ser, y se anima a penetrar casi a la conciencia.
Los dedos veloces del pianista anticipan la música que sale de esas teclas, obligándonos a pensar en una pura improvisación.
El contrabajo que se une a esa persona que intenta dominarlo, y que ahora los dos son uno solo.
Y esa trompeta que independiente pero respetuosa se hace presente, con mucha personalidad. Puede convertir ese sonido penetrante y vivaz en una imagen violenta, pero también puede transformar en dulces los versos mas furiosos. El domador la toca frenético, como queriéndola matar, como queriéndola amar.

La música inspira que mis pies no le pidan permiso a mi mente para comenzar a moverse; la melodía que rozando el límite con el blus, hace que la tonalidad de pronto sea gris.
El público que aplaude y se fusiona con esos personajes que ahora son cuatro y uno a la vez.

5.25.2007

“La fantasía es como la veleta
y es como una antena la conciencia del hombre.
Amo a las dos.
Las dos en mi tejado vibran como una rosa.”
Raúl González Tuñón
(1905-1974)
No ve la pared y va derecho a su encuentro.
¡Cuidado!
Le gritan y le piden que vaya con cuidado, tanta velocidad termina en choque, en golpe y después el dolor.
No escucha nada, no quiere cuidarse. ‘Cuidado’, no quiere tenerlo

Y va…
Y va el pájaro volando inconciente
Ya no sabe de objetivos de metas y fines.
No sigue a nadie. ‘Llegar’, le causa gracia.

Se vuela todo el pájaro,

A veces rápido, a veces más lento. Algunos días planea al ras del suelo y otros acelera hasta el cielo.
Cuando se cansa se deja llevar y que el viento lo empuje y que el aire sea el único contexto.

Un día cayó al agua.
Empapado estaba el pájaro cuando tomó conciencia del abismo que lo separaba de la realidad.

No ve la pared, no le importa verla.

En su vuelo se encuentra con simplezas que lo animan y hacen que pierda el miedo a que todo termine.
Vive todo, el pàjaro que se vuela todo.
Destellos lo acompañan en su vuelo, es esa luz, estìmulo constante que lo encandila y no lo deja ver la fealdad de la pared, la soledad, el miedo, la falta de valores.
Hoy no conoce de paredes y desdichas.

Respira, respira todo el aire que quiere y cuando suspira no es de agotamiento sino de alivio.
Algunos pueden verlo cuando se acerca y regocijarse en su calidez, y aunque sea por un segundo, ¡sí que se disfruta!

Y el pàjaro va volando, cargado de todo lo bueno, nada lo detiene, nadie lo sostiene… se escurre entre los dedos de cualquiera y no ve la pared.
Ese es su don, no verla, no pensarla.
Esa es su gracia, contagiar ese don cada vez que se acerca y que en su reflejo se distingan partículas de liberación de vuelos, de ansias y de vida, ese valor y un “no me importa que esto termine en chichón.”.

5.21.2007

Recreo


Dale, un ratito más.
Bueno.
Todo el tiempo que
vos
quieras.

5.10.2007

de Besos y Creaciones

Besar.... crear historias...
Parte de un mismo proceso, que ocurre una y mil veces, pero que cada vez es único, que desprende moléculas de placer y encierra cierta magia indescriptible.
Apagamos el mundo exterior, y encendemos nuestro mundo interno, y comenzamos a recorrer sus laberintos intentando descubrir esoterismo y misterio . Y ahora eso es lo único que importa.
Casi sin darnos cuenta somos parte de este puro proceso. Que sin tener mucha explicación, despierta ciertas endorfinas que dormitan en nuestro cerebro.
Lenguas que se cruzan, biromes y papeles que se entienden muy bien. Hoja y lápiz que se acarician, lenguas que borran y vuelven a escribir.
Un proceso que comienza con los deseos rebeldes de alguno , y continua con el entrecruzamiento de aquel otro. Y de repente son más... besos pasados, primeros besos, besos muy o poco recordados, besos nunca concretados, fantaseados una y otra vez. Personajes irreales, personajes verídicos, cercanos , lejanos.. todos formando parte de un mismo momento.
Dejamos fluir, algo más allá de nosotros maneja nuestros actos y casi sin que la conciencia se entere colocamos ciertas palabras ahí, y no otras, y de repente: la creación. Única e insuperable. Y hasta a veces, buena. Similar a una asociación libre, el proceso que por momentos parece ser eterno, llega al fin. Ya quedó escrita, para transformarse en algo que luego vamos a llamar recuerdo.

5.05.2007

Es una cuestión de aptitud

Salir de casa y que la lluvia me moje, que el colectivo pase justo en el momento que estoy por cruzar para llegar a la parada, tener frío porque Petinato me miente con la temperatura antes de salir… Esas cosas, son algo “común”.
Ya está. Ya están en mi vida. Ya me acostumbré.
Ahora… a que vos, humedad, me indagues, me hagas preguntas para asustarme, te rías de cómo puedo llorar sola en un bondi; a eso, humedad, disculpame pero no creo que pueda acostumbrarme ni adaptarme.
En verdad lo que no sé es si realmente puedo aguantarlo.
No se hasta que punto voy a tolerar las caras de la gente que no conozco, las personas que se mueven en mi vida de la que siento que forman parte – porque las veo todos los días y no estoy segura de que ellos me vean a mí – Ellos, que influyen en mí, en mi día. Gris.

Humedad tiñe los días de gris.

Me duele la cabeza y tengo los ojos chiquitos. Ya no muerdo la almohada y no puedo bajar al cuarto de papá a decirle que tengo pesadillas y que él me acurruque, dejando al margen los suspiros de mamá.
Ahora soy grande, o un poco más grande y si me duele lloro como a los cinco pero con veinte.
Como a las tres de la tarde pero a las dos de la mañana.
Porque a la tarde soy grande y a la noche chiquita.
Porque a la mañana me arden los ojos y no tengo fuerzas para salir ‘a lo de todos los días’ dónde vos, humedad, me estás esperando. Ahí, constante contexto que me hace pensar en mi vida, en lo que ya pensé, sobre los motivos, las dudas y las esperas. Sobre este otoño y las vueltas y la panza que duele cuando el día se hace largo esperando cambios que hasta que no los busque no los voy a alcanzar.
Humedad que venís del cielo, cómplice de tantos. Que brotàs del río, de ese que no quiero.

Porque todo es nuevo y lo nuevo hoy, da incertidumbre, y ese dolor de panza, las angustias, mi almohada que me tienta a morderla y yo que no tengo fuerzas.
La vida que puede reírse de mí: de cómo me mojo, de mis ganas de irme, de mis imposibilidades, del bondi que se escapa, del parcial que se aproxima, del tiempo que se escurre… De mis anhelos por el día de cuarenta y ocho horas, de mi lucha constante por hacer que mi cansancio sea inversamente proporcional a la velocidad de los días.
Y me pasa que la vida húmeda, las obligaciones, las responsabilidades, las ganas de dormir hasta cuando quiera, el despertador que suena, el libro que elegí y se llena de polvo en mi mesita de luz… Todos ellos se juntaron un domingo a la tarde y me jugaron una mala pasada y ahora no puedo parar de pensar que en este caos ‘sobrevive el más apto’.
Que en ésta supervivencia no estamos evolucionando, sino que nos estamos estancando y por qué no atrasando, y que la gente no es tan buena como parece.
Que el ideal que nos proponen alcanzar no me parezca tan bueno, y que mis utopías cada día sean más irreales.


¿Sos un sistema, estás en un sistema? ¿De qué tipo de que forma?
¿Cómo camino si acá todos corren? ¿Como me adapto?
¿Cómo contabilizo el tiempo si lo que quiero es pararlo e irme lejos?
¿Como?
Cómo entender que a veces la vida no es tan drástica como la planteo, que la risa no es tan perfecta como la pienso, que la paz no siempre relaja las ideas como quiero.
Esas cosas me dan miedo.

Y en mi cabeza una última pregunta. ¿Seré apta?

5.03.2007

Desde la panza..

Porque desde ahí es donde se conocen estas dos personitas tan simbióticas y complementarias.
Desde esa instancia, nadando en líquido amniótico, comenzaron a conectarse estas almitas.

Y porque desde ahí es que escribimos. De ese pequeño – o gran, según quien- espacio entre el pecho y la pelvis, escribimos lo que sentimos. Por que es ahí donde percibimos todos y cada uno de nuestros sentimientos, que en uno y otro texto se materializan en palabras.
Miedo, “maripositas “ , alegría, retorcijones, angustias..pasan una y otra vez dejando rastro en nuestra panza.
Eso en general se conecta con la mente – y el alma, a veces- y de vez en cuando surgen cosas interesantes.

Desde la panza y hasta siempre.

Desde la panza y para vos.

5.01.2007

Vi Vir

Vivir y estar como deberían hacerlo todos: sin perturbaciones, indiferentes y tranquilos. Inmutables.
Salir de los lugares en los que uno mismo entró.
Salir y seguir en una secuencia estática que permite el movimiento, el cambio… lo dinámico.
El cambio que estalla, pide, impulsa, ¿sale?
Y que en tus ciclos pasen influencias, que varíes que varíe. Que influya sutilmente y por primera vez puedas sorprender en el paisaje ese no se qué que buscaste siempre… y siempre en vano.
Porque al querer alcanzar algo que perdure llenamos nuestro entendimiento de hechos (difusos y concretos) con la utopía de incorporarlos y con la necia esperanza de conservar nuestro rango.
Vivir y que la vida presente al pasar colores que nunca antes viste. Que tal vez pensaste pero que al moverte en continuo no te detuviste en ellos.
Que el mundo esté ahí, fijo; para ver pasar el cambio… y tomarlo y sumergirte a tu tiempo, con el espíritu joven, con las ganas irracionales.
Ya no quiero verlo todo. ¿Hasta cuando sin perturbaciones, indiferentes y tranquilos? Desde acá, sentados viendo pasar la vida riendo en la propia risa y permaneciendo insensibles hasta el punto en que ese estímulo te encuentre, ese que vos buscabas, y llores y grites… para volver a callar y reír en la individualidad.
¿Eso querés?
Prefiero quedarme pensando y sabiendo que va a llegar el tiempo en el que riamos todos juntos: “de puro, encantador e inexplicable contento”.
Nuestra vida bien vale la de los otros, y su origen no siempre es la vanidad como su resultado tampoco es nulo.
Pero que en la búsqueda no te canses, y que por tus pasos no reproches.
Caminá, pasá, reí… sentate y no mires, no seas mero espectador porque de tanto ver llega el dolor: ¡Qué feo puede verse a veces todo! Y cómo la fealdad de lo real puede hacer repulsivas todas las cosas.
Quedate en lo irreal que es lo que mejor sabemos construir.
Quedate pero con la imaginación que no tiene parámetros, y mientras te convencés en ese limbo social, viví.
Viví y está como deberías hacerlo vos: sin aterrorizarte ante tus pasiones y las emociones que parecen más fuertes que uno. No intentes dominarlas… dejalas ser que son ellas las que generan el cambio.
Despreocupate sin desinterés con esa sensación que trae consigo la felicidad y cuando sientas que contás con vos mismo, ahí pará. No sigas. Quedate. Y decime donde estás.

4.29.2007

Otoño en Buenos Aires

El año que comienza a tomar velocidad;
el sol que pierde su furia,
el frío que comienza a hacerse presente,
los abrigos que salen de paseo.
La lluvia y el viento luchan por ser protagonistas.
Las hojas caen, cargadas de promesas jamás cumplidas,
proyectos no concretados,
y esperanzas renovadas aquel primero de enero, que ya empiezan a oscurecerse.
Se respira melancolía y nostalgia.
Sin embargo, cosas que con el tiempo (o con el viento?) se acomodan,
amores que encuentran su curso,
cambios que comienzan a asomarse en forma de quejas a lo que pronto será asunto pasado.

Algunos lo disfrutan,

otros lo utilizan simplemente como una excusa para desplegar su tristeza...
Así es,
Bienvenidos al otoño.

4.27.2007

no me rio


Necesitaba mirar el río para hacer de cuenta que me escapaba un poco de todo.
No quería ser una más parada allá, al costado de esa cinta. Esa maldita cinta.
Caminé cada vez más rápido. El tiempo me jugaba en contra.
Y yo, necesitando mirar el río.
Ahí estaba.

Quería ver agua.

Vi un cielo que se burlaba de los edificios. El cielo sabía, me lo contó en voz bajita, que él estaba más allá. Más allá de los que corrían por Alem, de los que jugaban a la liberación, pero principalmente estaba lejos de los edificios que por más altos que fueran no iban a alcanzarlo.

Él lo sabía y eso me tranquilizó.

Estaba ahí, todo junto el mundo facineroso y, nosotros espectadores.
Tenía al sol. Bueno, el sol estaba ahí… Pero no sé por qué ‘hasta el sol’ cambia. Rebota, hay vidrios espejados que hacen que el sol lastime.
Respiraba. Respiraba ese aire no tan puro, no tan bueno. Respiraba esas libertades un poco menos húmedas.
Gracias sol, gracias cielo (hoy muy celeste), gracias aire, y gracias ruido que eras más escaso que el cotidiano.

Estuvo bien, fue una linda escapada. Fueron mis quince minutos sintiéndome lejos en la cercanía.
No era un escenario feo.

El tema es, que yo necesitaba ver el río y el que estaba no me gustó.

4.24.2007

Buenos Aires, 15 horas. Un otoño abrilado.
Me transportaba en el 65 , recorriendo las zonas más hostiles de Corrientes. Observaba a través de la ventanilla..veía gente pasar. A ellos y a sus vidas; no eran solo aquellas personas, eran ellos, sus hermanos, sus hijos, sus padres, sus amigos..
La tonalidad se destacaba por gris, sin embargo alguien se reía dentro de un auto.
Dentro de aquel colectivo los tonos eran lúgubres, marrón, beiges- más claros, más oscuros- grises y algún negro. Las caras intentaba combinar con ellos .
El colectivero se quejaba, no sé muy bien por qué. Creo que él tampoco lo sabía.
Algunos visitaban el mundo de los libros, otros dormían. Otros nos dedicábamos a observar.
Corrientes. Otamendi...aquella calle.
Me paro, toco timbre y bajo.
Pienso que no me gustan esas cuadras, pienso que las hay peores.
Camino observando el tiempo detenido en aquel barrio. El silencio predominaba. Los gatos sigilosos sí se hacían presentes.
Casi sin querer había llegado a destino. Me animo a tocar ese timbre, un poco confundida con respecto a mis ganas de hacerlo.
Luego, la voz entrecortada, desgarrada por los años.
Espero unos minutos, varios, y oigo el ascensor. El tiempo que esa puerta tarda en abrirse se correlaciona con el esfuerzo que en ello invertía.
Su aspecto era distinto, pero el mismo. Vestía uno de esos vestidos, que con aires de camisón, solía usar. En los pies pantuflas, en el pelo gel.
Adquiero la velocidad del ambiente y despacio, con pasos cortos y lentos, vamos hacia el ascensor .Me hace pasar primera (nunca perdió su gentileza).
Todo lo demás fue mucho más rápido. Pasillo oscuro -largo-, puerta antigua. Se abre y adentro..soledad.
Oscuridad inconscientemente provocada .Escasa señales de vida.
Angustia que invade.
Me ofrece un café, aceptó. Tazas añejas lo contienen.
Ofrecerlo, prepararlo, servirlo, es todo un ritual. Uno más de sus tantos rituales que la mantenían viva.
Su sabor era amargo y oscuro.

Detalles irrelevantes completaron la visita.
En el transcurso del camino a casa, la velocidad del tiempo aumenta. Leo y subrayo rápidamente, pero con concentración conseguida, el material para el parcial de mañana; mientras las ruedas giran . El celular que suena, las 24 horas que no alcanzan, los planes que nunca llegaré a cumplir. Sensación de vida, energía, y.. miedo. Miedo y hasta casi rechazo, al inevitable paso del tiempo.

4.20.2007

la vuelta

la vuelta, que por girar se hace cìrculo
y por cìrculo es un ciclo
vuelta a este todo, que finge monotono y
marea variando

volver
(porque siempre se vuelve)

y encontrar-se con los sentimientos
desencontrados, flotando. jugando a los
ideales

"y si pudieras... què comprarìas que la
plata no compre?"
la confianza

para volver sin vueltas, para estabilizarme
sin buscar
(què?)

la confianza... para encontrar-te


bienvenidos! èsta es nuestra casa y hoy,
estamos de vuelta
(dadas vuelta)

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Argentina
para que sepas, y leas, y veas y sientas

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