5.01.2007

Vi Vir

Vivir y estar como deberían hacerlo todos: sin perturbaciones, indiferentes y tranquilos. Inmutables.
Salir de los lugares en los que uno mismo entró.
Salir y seguir en una secuencia estática que permite el movimiento, el cambio… lo dinámico.
El cambio que estalla, pide, impulsa, ¿sale?
Y que en tus ciclos pasen influencias, que varíes que varíe. Que influya sutilmente y por primera vez puedas sorprender en el paisaje ese no se qué que buscaste siempre… y siempre en vano.
Porque al querer alcanzar algo que perdure llenamos nuestro entendimiento de hechos (difusos y concretos) con la utopía de incorporarlos y con la necia esperanza de conservar nuestro rango.
Vivir y que la vida presente al pasar colores que nunca antes viste. Que tal vez pensaste pero que al moverte en continuo no te detuviste en ellos.
Que el mundo esté ahí, fijo; para ver pasar el cambio… y tomarlo y sumergirte a tu tiempo, con el espíritu joven, con las ganas irracionales.
Ya no quiero verlo todo. ¿Hasta cuando sin perturbaciones, indiferentes y tranquilos? Desde acá, sentados viendo pasar la vida riendo en la propia risa y permaneciendo insensibles hasta el punto en que ese estímulo te encuentre, ese que vos buscabas, y llores y grites… para volver a callar y reír en la individualidad.
¿Eso querés?
Prefiero quedarme pensando y sabiendo que va a llegar el tiempo en el que riamos todos juntos: “de puro, encantador e inexplicable contento”.
Nuestra vida bien vale la de los otros, y su origen no siempre es la vanidad como su resultado tampoco es nulo.
Pero que en la búsqueda no te canses, y que por tus pasos no reproches.
Caminá, pasá, reí… sentate y no mires, no seas mero espectador porque de tanto ver llega el dolor: ¡Qué feo puede verse a veces todo! Y cómo la fealdad de lo real puede hacer repulsivas todas las cosas.
Quedate en lo irreal que es lo que mejor sabemos construir.
Quedate pero con la imaginación que no tiene parámetros, y mientras te convencés en ese limbo social, viví.
Viví y está como deberías hacerlo vos: sin aterrorizarte ante tus pasiones y las emociones que parecen más fuertes que uno. No intentes dominarlas… dejalas ser que son ellas las que generan el cambio.
Despreocupate sin desinterés con esa sensación que trae consigo la felicidad y cuando sientas que contás con vos mismo, ahí pará. No sigas. Quedate. Y decime donde estás.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Dónde estoy? aqui y alla. Buscando contar con migo misma, y cada vez mas cerca. Intentando el equilibrio, probando no dominar mis emociones (como me cuesta).
Viviendo la vida, con una mezcla de no me importa nada, pero siempre conservando el interés. El interés por vivirla, y cada vez mejor.
No a la rutina rutinaria; si a reírme de la cotidianeidad.

yo y claro que yo, Meg

Anónimo dijo...

y encima de todo vivís enfrente de casa.

gol!

quedate.
y no me digas dónde estás.
porque ya sé.
tengo llave.

yo y claro que yo, Luch

macanudas* dijo...

Vi- vir:
Bi/vi = dos
por lo tanto, dos - vir
Damos vuelta: Virdos
Cambio i por a : Vardos

Che, que bardo que es vivir!

Anónimo dijo...

jajaja.
un bardo?
naaaaaaaaa

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