12.26.2013

el verano y el pasto

El olor a fuyi
penetrando en nuestros
 poros frescos
por el agua
azul
es el día
en el cielo
nuestros pies
pequeños cansados
de tanto pasto
se aquietan en un cama
 de sábanas húmedas
y se duermen escuchando el
 el tic tic
de las luciérnagas
 contra el frasco
hasta que se apaga 
su luz.

petite mort

cuerpos

se frotan

lenguas

que suspenden

el tiempo

se hace grito

y

.

serpentario


                              palpita                               
mi cuerpo-deseo
equivocado
amanece
dentro de mi
 sexo
antes
 dormido atormenta
mi sien
lo quita
y deja
al sol
tal vez
así
pique menos.

pulsión

/mis/
dedos únicos
dibujan círculos
que dicen
tu
nombre.

la boca
antre-abierta
deseando
/te/
ser.

Mi vientre se agita
de  emoción espesa
se prepara
para dejar
/me/
entrar.


11.18.2013

el amor siendo

y ser
enredadera
de tus 
rodillas- abismo
saltar
 tu ombligo embalsamado
y nacer cada vez
desde tus
orejas
arder amor
en
palabras-cuerpo
ser uno
pero otro
alavez
Mi espalda de muñeca
 torcida
                 me recuerda  que
     el error
           duele
                     las vertebras 
                             miran equivocadas
                  no al centro
             reclamando
    un cambio
 cervical
llora
y ruega por
ser
alguna vez
igual.

primavera negra

Encerrada en un caja
chiquita
(me ahogo)
la furia brota
entre mis uñas
(es primavera)
una idea de huir
me atormenta
es miedo
a la luz
entre tanta
 tierra.

9.22.2013

Brasil

Encontrar sirís
perdidos en
la arena,
la inmensidad
del calor
en las noches
mientras
todos duermen.

La selva
avanza
sobre 
la playa,
las hormigas,
también.

La comida es 
alemana,
las palabras
una canción.

Muchos niños,
algún bicho de pie
y yo
mirando
desde abajo,
sin saber
que a eso
jamás
se vuelve.


[Hoy es lunes.
La nostalgia
tiene forma de arena]

amor de arroz

o un duelo tardío

Si fueras un soldado
incandescente
te pediría que
me lleves
allá
donde
casi nunca
se moja  el sol.

No es cierto que
el amor vale
si los tiempos
de cólera
son
de arroz.

Ojalá
fuéramos  eso que
pensamos
pero no
somos.

Tejería un nido
en tu pecho
donde dormir
chiquita
hasta que
se te caiga
la última hoja.

bandera roja

Ella grita
pero vos
la escuchas
murmurar
bajito.

No podés
verla,
estas ciego de
tanto
buscar.

Pero sabés
que son tres
las llaves
de la cerradura
que aún
no conocés.

Entonces
Insistís
creyendo que
sabe
llorar.


Cuidado,
no sigas
el mar esta revuelto,
te puedo asfixiar.





8.13.2013

la otra cara del sol

Dulce
es la realidad
cuando con
sus contradicciones
nos
hamaca.

El
Dios Sol
desgarra
la piel
y carcome.

Vos
luz y calor 
sabés
muy bien
cómo
morirme. 

junio

Afuera hay sol
pero hace
frío
-adentro-
¿Serán tus no - palabras
que cortan
mi respiro?

Hay pájaros
que cantan
un buen día.
Y aquí llueve
tanto
que no quiero
-y es que no puedo-
 salir

Las gotas
de cielo
resbalan
una
     a
        una
por mis
pechos

Y yo pienso:
afuera hay sol
por qué
sigo viendo
-sigo siendo-
 oscuridad.

7.24.2013

Si algún día muero
-lo haré-
sabrás que:
la verdad,
nuestra,
se oculta 
en mis fotos.

Una guerrera
no dice
con palabras.
Una imagen
son mil
silencios.
-son mis silencios-

 Si algún día muero
-y será pronto-
encontralas
arriba
del placard
justo al lado
de mis lágrimas
rotas.

dejar estacionar

En la siesta
de esa unión
sin ganas,
apareciste
desde la profundidad.

De mis lágrimas,
primavera
de la congoja,
cosquillas.

Un veranito de san juan
que duró
más
de lo planeado.
Llenamos  las panzas,
deshojamos
algún caracol.

Pero
después
el tiempo.
Las tormentas
y sus
 sombras

Dónde se escondieron
las sonrisas
de ayer,
la felicidad
enfrascada
en espacios pequeños.


El piano anuncia
 la despedida,
y qué hago yo
con tanto corazón.

7.23.2013


La helada tierra oscilaba ciega * y yo, sin rumbo caminaba; buscando la ciudad perdida, la soledad encontrada.
Felices eran aquellos que vivían dentro del ojo,  pero yo nunca amé las tormentas.  Entonces seguí. Agachado y casi sin ánimos.  Pero con sed,  hambre, amor.
Los brutos más salvajes venían dóciles y trémulos y las víboras se arrastraron y yo con ellas. Queriendo ser reptil, me lamía las escamas disecadas por el viento.
Y aun los perros asaltaron a sus amos; todos salvo uno,  que despacito se acurrucó  al lado de mis pies casi pútridos.
 De a poco la multitud fue muriendo de hambre; pero dos de una cuidad enorme sobrevivieron. Se miraron, se descubrieron. Sin palabras hicieron el amor, hasta que sus sexos ardieran.
Las olas estaban muertas,  ellos casi que también. Pero había una luz de esperanza. Un esperma en el útero de la última mujer. 


*Fragmentos de Oscuridad, Lord Byron

cacería

 Pálido
 su pie se desliza
 anunciando
 sus vísceras enfermas
 de tanto gritar.

Camina expectante
y atrapa
el abrazo 
que con su abundante filo
entrecorta 
su
respiro
hasta alcanzar 
el dolor .

Huele 
a carne fresca,
sedienta de un crepúsculo
de piedras multiplicadas
y horizonte nevado.

Otra vez la cacería
que sin ser salvaje
arrasa,
predeterminada,
con la sucia  humedad.

7.20.2013

Escribo
letras
para recodar
tus ganas de pelea
al mundo, la certeza
de tus verdades en constante
cambio, la luna
que te invita siempre
a dormir.


Escribo
l e t r a s
para olvidar
la almohada fría,
que te espera despierta
y ya no son
solo mías
las ganas de no
soñar.

Escribo
l  e  t  r  a  s
para recordar olvidar
que alguna vez fuiste,
que alguna vez:
sos.


7.05.2013

cama de madera

Madera que
al podrirse, fácil
se quiebra. Garganta
más diminuta
en cada
instante. Cuerpo
 sin cosquillas
 dilatado,
Pensamientos
revolviéndose
en sombras. Camas
que  de noche
se hacen
grandes. Lágrimas
¿son infinitas?
Hoy sí.
Como mis ganas
de tocarte
y decirte al oído:
                            Lo podrido sabe
                              amargo.

6.30.2013

mujer roja


Caminás
paso
a
paso
convencido de que
tu dureza dialoga
con la mía.
Pero no.
Yo soy mujer
roja
y  tengo miedo a 
la oscuridad

podrido

Qué es lo que no vimos
o no supimos ver
(o no quisimos)

Calesita que
de tantas vueltas
marea.
Que nos lleva y nos arrastra
a un sinfín
de preguntas que no tienen 
punto final

Sí, lo vimos.
pero jugamos
(una  vez más)
al distraído
     ...

6.24.2013

solsticio de invierno


Derrumbe del Diluvio Universal

El gris de la humedad carcomiendo
tus paredes.
Y vos sentado a la derecha de dios arte
inventando un mundo
de colores imperfectos.
Olvidándote
que afuera todo se derrite.

Es verde,
es gris,
es moho,
ahuyentando
esperanzas, comiendo
verdades.

Adentro mío llueve.
Y vos queriendo que sea,
otra
pero la misma
que invoca y nutre
el diluvio
           del derrumbe
                          universal.

mismedad

En un campo,
en La real.
Por Rodolfo
 por ellos
-o por mí-

Rosendos  son varios
Ganas de lucha
no sobran.

Tiros,
sombras,
el mar

¿A dónde vas?
¿Quien te mato?

Interrogantes de un mismo fluir
Aquel mágico colectivo:
el inconciente. 

6.02.2013

precipicio


Desde mi cama observo
y elijo
ángulos convexos.
Parecen tus piernas
pero no.
Es solo que te extraño.
Y me cuesta vivir
si me falta el café de la mañana
el jardín de mis pechos,
la geometría del amor.

sentido


Sabor soso
que penetra(s)
por los poros
de mi piel
como si quisieras
no irte nunca
de mí.

Me perturba
que no me dejes
lugar, inhalar
vivir.

Me transformo
en un continuo
monótono
que huele a infinito
y es de color

 niebla.

5.27.2013

oráculo


Encontrarnos
en este mismo suelo
¿por qué?

Ermitaños hay muchos.
Disparadas,
también.

Sin embargo, vos y yo
en esto que parece tan grande
y  que,
al final,
cuánto nos aprieta.

La excepción no se cansa
de sustraerse a la regla.

¿Le hicimos trampa al tarot?
 El loco nos convocó.

O por ahí,
un papelito que solamente
dice:

        vos.

un decir

Iniciales que al terminar
dicen nunca.
Pupilas
pestañas de pluma.
Que dicen
que gritan
como un tigre a su presa:
no creas en el azar
todo está dicho

5.21.2013

asomo

Pintar balcones,
como espacios que median [lo de adentro/lo de afuera]

Pintar balcones,
de flores y soles

Balcones de miedo y miseria
Balcones de día y de noche [lo brillante/lo oscuro]

Pintar balcones,
espacios que se crean y nos recrean.

las dos estaciones

Salir al patio y cortar todas las flores,
de cada una de las especies encontradas.

Separar malezas y ordenar por color,
reciclar antiguos floreros.

Caminar hasta el espacio más profundo, interior.

Y decorar, como cada vez:
con las novedades de una primavera añorada
que florece en el invierno incipiente.


5.13.2013

De cómo se formaron las mujeres


La costilla de un hombre, ¿sabés?
Como parte de su cuerpo, siempre.
Alimentando su ego y
muriéndonos de hambre por no salir a comer

Tú cazas
yo caso,
y así la historia.

En vos la fortaleza
en mí el color
rosa de las lágrimas
en mis cachetes al caer.

¿O fue un golpe?

Recuerdo cómo se formaron las mujeres,
un vecino  me lo contó
¿pero los hombres?

5.05.2013



El tic tac de las agujas  tejían una bufanda, que  la abuela construía a su nieto. Verde y amarilla, así la había pedido. Sus manos se movían de memoria, tan rápido como mis alas al mirar.
El ruido se mezclaba con el de mi pico sobre el vidrio, que cristalizado no me permitía ver  más que siluetas.
Y al principio ese tic tac era agradable, un marcapaso del tiempo. Pero reiterado se iba haciendo pesado. Y más pesado. Casi una tortura.
De repente, el niño que jugaba en el suelo, se percató de mi presencia. Gritó, señaló y volvió a gritar.
La abuela detuvo sus manos-maquina,  se levantó  y abrió la  ventana.
-Mira querido, un colibrí. Es tan chiquito y bonito… ¡y viven tan poco!
Moviendo mis alas a la velocidad del viento, me fui mientras la abuela retomaba su, aún mas pesado,  tic tac.

5.01.2013

revelación


A veces pienso que vos,

que yo

que vosyyo

somos el negativo de una foto

que nunca va a llegar a revelarse.

Colores equivocados,

trabajo minucioso

que solo conduce a un lugar:

el punto.

4.27.2013

pabellón II


Te juro que yo la amaba Arturo. No, no era tan solo sus tetas, ni su boca transparente. Sus ojos que hablaban solos, decían mucho. Pero ni su forma adormecedora de hacer caricias, ni su llamado religioso de las nueve de la mañana…O  bueno quizás sí, sí era. Todo esto junto y su torta de manzana, claro.

Pero de noche…de noche se convertía . Te juro Arturo. ¿Alguna vez viste los bichitos contra la luz? ¿Las hormigas llevando un peso imposible?. Bueno así. Gritos hasta la luna, olor a miel. A miel podrida, Arturo. Y ese gestito. Ay ese gestito con las manitos para arriba y para abajo, me sacaba te juro.

Y entonces,  el  lunes… ¿viste? Vos sabés que yo soy incapaz…nunca podría…pero ni una mosca eh.

Era de noche, los grillos del patio retumbaban cuan parlante de boliche. La vecina viendo la novela para que la escuche todo Almagro, y los hijos de Pepe...los hijos de Pepe gritando hasta quedarse afónicos. ¡Pero que cosa che! Esos pibes no tienen límite. Bueno con la madre que tienen, qué puede uno esperar.

Bueno y ella estaba ahí, en la cama. Llegó cansada, que las clientas, que la tijera, que los nuevos colores… rogaba una siesta ¿y que iba a ser yo? ¡Le dije que si! Que yo cocinaba. El agua que se me hervía, el pfiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, la pava insolente. Y yo con el cuchillo en la mano, cortando una aceituna rebelde. Casi que me corto yo.

La aceituna,
los nenes,
la pava,

los grillos.
Y la reputa que te parió, Arturo.

-          ¿Adriana?... ¿Adrianaa? ¿?Adrianaaa???  ¡Despertate!
Y nada che…
Me asomo al cuarto, viste, como quien no quiere la cosa y la muy turra durmiendo.  
Y yo, con el cuchillo en la mano.
Lo pensé eh. Varias veces eh, te juro.
Pero ¿viste lo que hablamos el otro día en el bar? El tema del wiski... que uno empieza, de a traguitos, tranquilo, pero después no podes parar.
Bueno, me voy por las ramas Arturo.
El tema es que fui y se las corté.

 
Creo que ya no va a poder hacer más ese gestito.

D I S T A N C I A


Caminábamos como soldados en el patio de la escuela.  A veces jugábamos con mi compañera de adelante a hacernos cosquillas. Nos aburría y nos parecía extraño, hasta gracioso, que nos ordenen como animales, éramos tan solo niños.  Pero la maestra  se enojaba de nuestra risa, y ahí nos quedábamos, quietecitas y en silencio. Todavía creía en la autoridad y en sus gritos.

Caminábamos como soldados en el patio de la escuela. Era época de disfrutar la navidad, no tanto por el vitel toné , sino por la ansiedad casi insoportable que comenzaba con la llegada del primer invitado y se calmaba recién con la apertura del primer paquete.

Caminábamos como soldados en el patio de la escuela. Teniendo miedo  a la rejilla de la bañadera, después de ver esa película, una y mil veces mas,  aunque me diera tanto miedo. Y los ladrones entrando a mi cuarto en medio de la noche (ese todavía lo conservo). Ah, y a las muñecas de porcelana, sentadas en la repisa de enfrente de mi cama.

Caminábamos como soldados en el patio de la escuela. Sin saber que los padres no eran tan increíbles como después descubriríamos; ignorando las desaventuras pasadas de nuestro país  y pensando que el Pumper Nick alcanzaría la eternidad.  

Caminábamos como soldados en el patio de la escuela, sin entender tantas cosas... Pero sabiendo que caminar como soldados en la escuela era algo extraño. Hasta gracioso.

Datos personales

Argentina
para que sepas, y leas, y veas y sientas

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