Vos que te ahogabas en vasos de agua,
y yo, que nadaba contra la corriente.
(aunque vos me decías
aunque vos me pedías:
no lo
hagas)
Pero seguí,
y casi cruzamos el océano,
¿Te acordás?
Lástima que ya estábamos cansados y la falta de aire
y el cansancio
no nos permitía disfrutar del paisaje.
Me costó, no lo voy a negar,
pero con el tiempo
-y la distancia-
aprendí, a de a ratitos, salir a
respirar;
porque yendo despacio también se llega.
A dejarme arrastrar por la corriente
y a reirme si una ola me despeina.
Ojalá que en este tiempo vos también hayas
aprendido
que amar, a veces,
puede ser más fácil.
puede ser más fácil.
1 comentario:
Espectacular!! me encantó! ídola Maggie!
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