10.12.2012

según él


 con la colaboración de Nicolás Oyuela

Las aventuras de Alef-Thau, segunda parte.
El bar que no parece un lugar en donde uno pasa y dice: “Acá se tira el tarot, o pasa algo o acá andan en una!” Vinimos la semana pasada porque Jodorwsky tira el tarot todos los miércoles, a las 16 hs parece.
 Vinimos tarde, eran como las 21.30 hs y el lugar no se encontraba fácil. Es por Gard de Lyon, pero el nombre del bar no era el que sabíamos que se llamaba. Todo está envuelto en algo misterioso. Nos dijeron que volvamos el miércoles de la semana próxima, a las 16, esa era la hora!
Y acá estamos.
Entramos otra vez, un poco antes de las cuatro. Yo hubiese querido llegar antes. Venir con tiempo. No son muchos los miércoles que nos quedan para “esto”. Así que nos peleamos un poco antes de llegar hasta acá.
Nos dijeron, siéntense. Y nos señalaron la mesa pegada a un pibe leyendo (algo de Pessoa). Quisimos separarla para no incomodarlo, pero el mozo volvió a pegarla “Los miércoles es así, todos por todos lados”
Confirmado: hoy viene el tarotista. Porque puede que no venga eh, capaz que uno va, espera desde las tres de la tarde y no pasa nada. Pero quien vendría hoy no es Jodo, sino un discípulo de él.  Así que pasan la ensaladera blanca, y ahí uno tira en un papelito escrito su nombre y apellido. Como los arcanos del mazo, sólo se sacan 22 nombres. Y no hay tu tía! Porque el de al lado mío se vino desde Italia sólo para eso: “Y, estoy desde hace como un mes acá” El miércoles pasado dijo que fue para leer, porque el pobre no entró en el grupo de los veintidós.
¡Estaba seguro que iba a pasar!  Probablemente estaba escrito, predecido por alguna carta. Yo era el que había averiguado sobre esto. El que siempre se interesó por estas cuestiones. El que insistió en ir, en no dejar pasar mas tiempo.
Pero en algún lado (si alguien sabe donde, por favor que lo diga, hágamelo saber! Quiero llegar ahí y fecundar un virus transportado por mi propio cuerpo si es necesario para generar una peste fulminante!), pero en algún lado estaba escrito que mi función era la de simplemente hacer llegar a otra persona a través de mi hacia esa mesa. En los archivos del universo, en donde esta escrita mi vida, dice: “ el 10 de octubre del año 2012  la acompañará a el bar “Le Téméraire”  y será solo puente de conexión, de unión, sin cumplir mas que aquel rol que le fue destinado para el miércoles: acompañante”.
Yo también me leí entero la segunda parte de El mundo de Alef-Thau ese día. Y no solo eso, también tuve que ser espectador de cómo otro individuo que además de haber sido seleccionado, se acerco a nuestra mesa y le ofreció hablándole en francés a mi novia una sesión de masajes tailandés, que yo traduje como “vos te sacas la ropa y yo te franeleo un rato” Después de haberme enfriado me di cuenta que por los jeans que tenia puestos y las zapatillas de suela gigante y muchos colores fluors, solo podía seducir a la paciente ciega que Pablo, mi amigo, hizo de acompañante terapéutico el año pasado y que había logrado impresionarme pero que prefiero no seguir describiendo.
El miércoles que viene sin duda voy por la tercera parte de El mundo de Alef-Thau!



3 comentarios:

Lucila dijo...

faltan dos días para el miércoles.
esta historia tiene suspenso, está muy bien eh. me pongo re ansiosa. faltan dos días para el miércoles. cruzo los dedos, ojalá estén entre los veintidós.

Lucila dijo...

"Quiero llegar ahí y fecundar un virus transportado por mi propio cuerpo si es necesario para generar una peste fulminante!"

Joaquín Zaldívar y Clara Oyuela dijo...

Hoy fue miercoles che, hablé con ustedes hace un rato. No me pueden hacer esto...

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