En
la siesta
de
esa unión
sin
ganas,
apareciste
desde
la profundidad.
De
mis lágrimas,
primavera
de
la congoja,
cosquillas.
Un
veranito de san juan
que
duró
más
de
lo planeado.
Llenamos
las panzas,
deshojamos
algún
caracol.
Pero
después
el tiempo.
Las
tormentas
y
sus
sombras
Dónde
se escondieron
las sonrisas
de ayer,
la
felicidad
enfrascada
en
espacios pequeños.
El
piano anuncia
la despedida,
y
qué hago yo
con
tanto corazón.
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