11.14.2012

polaroids de Berlín

I.

A la ciudades de Alemania, no se por qué, me las imagino tipo abuela. Mucha torta y navidad. O a lo sumo abuelo que toma mucha birra  con los amigos en un bar. Pero Berlín, no. Berlín no cumple esa norma. Vendría a ser como  un  hijo adolescente, expresando su continua rebeldía por donde se pueda.  Rebeldía reflejada en la ciudad misma, en sus paredes y en su gente. Mucha rasta, muchos piercings, tatuajes…pero  no solo en los adolescentes  mismos, sino en todo tipo de ciudadano,  cualquiera sea la edad. ¿Será que después de tanto antisemismo, aprendieron que cada uno es libre de ser como quiera? Piedra libre para todos, que alivio!

La rebeldía y esas ganas de expresarse se ven también en el arte callejero, típico del lugar. Como buen adolescente, siempre al borde de la ley, claro. Lo bueno de todo esto,  es que supongo que algo les quedó de ese ADN comunista, y acá el  arte no se encierra en galerías si no que esta por todos lados, en cada rincón. Hay que reconocer que algo del sentimiento  colectivo -esto de que si vamos todos para el mismo lado logramos mejores cosas- lo  entendieron mucho más que otros. Y se los ve organizados, tomando casas y edificios viejos, convirtiéndolos en centros de arte y tan bien organizados.


II.

Berlín también es una caja de sorpresas. Y para mi las sorpresas, además de ser increíbles,  tienen ese lado que tanto no me gusta. Quizás sea esa-mi manía de predecirlo y entender todo. Entonces Berlín es una caja de sorpresas.

En el aire hay una energía densa. Se respira cierta angustia, y yo me encuentro perdida, intentando entender en unos pocos días,  lo que quizás ni sus propios ciudadanos puedan aun entender. Me encuentro leyendo Wikipedia mas de lo que me gustaría, mareándome entre conceptos: comunismo-socialismo-guerra fria-Marx-Lennin-Trosky- los aliados- Unión soviética… y extraño a Lu y a sus clases de marxismo para desentendidos, en la terraza.

Siento ganas de ser una de esas turistas más, que caminan fotografiando todo con sus celulares, disfrutando de una ciudad más, sin la necesidad de involucrarse. Pasear y comprarse un montón de esos bolsos que dicen Berlin por todos lados. O bueno, sino, también podría ser una estudiosa de historia, intentando pulir mi tesis. Pero no, estoy yo, con mis pocos conocimientos, pero mi gran cantidad de interrogantes y sentimientos, que me vuelven como una nena curiosa: y por qué, y por qué y por qué.

III.

A veces pienso que Berlín quedó en un pause eterno. Parece una foto viva de los años 80,  y esto se ve en los colores de la ciudad, en la manera de vestir de la gente, la música que se escucha en los bares, el tipo de edificios, el subte,  la tipografía de los carteles… Y bueno, no debe ser fácil poner play después de semejante historia. Muchos veces cuando voy en el subte miro a mi alrededor y pienso, esta gente convivió con un muro, ¿de que lado del muro viviría este que esta sentado acá al lado? ¿y el del enfrente?

IV.

Camino por el este, la ex ciudad comunista. Predominan los monoblocks. Pero lo más llamativo no es eso, que por su puesto no deja de serlo, sino  su collage con mc donalds, shoppings, edificios de vidrio y bancos.  Ah y también casinos. En esta ciudad hay más casinos que abuelos. Bueno, abuelos hay muy pocos.
A veces pienso que debe ser por la gran cantidad de muertes que hubo en los últimos años. Y me da escalofríos.


 Visito el muro, esta pintado, y también bastante abandonado. Y pienso que obviamente el comunismo la pifió. Sobre todo por la cantidad de muertos que esto produjo, y la privación de la libertad de los ciudadanos. Nada más ni nada menos que la libertad..fuerte. Pero bueno, a la vez pienso: al menos del otro lado del muro  la gente tenia donde vivir y no se moría de hambre, ¿no? Y además, qué, en este bendito sistema capitalista acaso no hay privación de las libertades? Pienso que actualmente  el muro ya no es de cemento, pero aun existe para muchos, en Berlín y en todo el mundo.

 V.

Hoy es un día de sol, quiero ir a un parque y el chico con el que vivimos me recomienda ir a  Tempelhoff. Es  un aeropuerto abandonado, que como quedó en desuso hoy es un parque para hacer ejercicio. Pero inquieta y metiéndome en los rincones, averiguo que antes de ser un aeropuerto abandonado,  aun antes de ser un aeropuerto en actividad, fue uno de los primeros centros de tortura. Donde se encerraba  a la gente que pensaba diferente, la gente que se enamoraba de su mismo sexo, los discapacitados, o claro esta, los judíos. Aca encerraron 10 mil personas y  nadie lo recuerda. Es solo un lugar para “hacer ejercicio- entrenar”. ¿Ejercicio, entrenar? Eso, por lo menos a mi, me suena muy militar. No debería ser este un lugar para quedarse quieto y pensar.  Y digo la palabra nazi y me cambian de tema. Y  yo me indigno pero a veces pienso que no es que no quieran, es que no pueden.

VI.

Voy a la muestra de Newton, un famoso fotógrafo. El edificio donde se aloja la muestra es un ex casino militar. Miro sus fotos, mujeres desnudas por todos lados. Mujeres flacas, altas, 60-90-60, mujeres como objetos en la vidriera para ser vistos- y quién sabe, comprados-. El fue muy del tipo glamour- hollywoodense,  defendiendo un concepto de belleza a mi criterio herrado y pienso: este hombre no entendió que proponer una raza área no es una buena idea.

VII.

Lo increíble de todo esto es que Berlín, sigue siendo uno de mis lugares favoritos de Europa. Será que siempre me gustaron los conflictos y los traumas. Como sea aca me siento inspirada  y mi cámara no para de disparar. Además las buenas cosas son muy baratas, por ejemplo la cerveza y la ropa  de segunda.

Así que,  así sigo caminando.  Abrigada, porque acá el otoño es frío.

La gente también.

2 comentarios:

Lucila dijo...

estaba leyendo y pensando que todo lo que fuiste soltando en este tiempo se conecta con un hilo casi imperceptible pero que ahí está, que se puede ver.
la libertad de tus palabras hacen un libro.
volvé para la clase de marxismo para desentendidos pero volvé también para mostrarnos todas esas fotos y seguir queriendo saber. siempre.

Lucila dijo...

celebro el error de tipeo que en el apartado VI te dejó escribir 60-90-60 (y no 90-60-60).
para perfectitos están los demás, acá no.

quierote.

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