el pato,
en china y japón es símbolo de satisfacción y felicidad. También se dice que fue una de las criaturas que ayudaron a renovar la tierra después del diluvio.
digo yo:
[quiero patos, por favor]
7.30.2010
7.29.2010
Doctor, analízemelo
Soñé que volvías. Tu casa estaba tapiada, entonces nos dabamos besos en el patio de adelante. Después vos me seguías y yo no te miraba. Subíamos y bajabamos las escaleras de un centro cultural.
TIMBRE
7.27.2010
sí, quiero?
Mientras el cura repetía palabras, yo no escuchaba,
-su discurso se perdía por las cúpulas-
porque yo pensaba.
Mas bien volvía a mis pensamientos de cuando hacia unas horas me pintaba las uñas.
Pensaba si yo algún día yo iba a casarme
Estaba claro que por iglesia no –su discurso me aburría, mucho.
Hablaba de amor eterno, y yo que todavía no se si eso existe o no-,
Pero mas allá de eso
intentaba descifrar si eran no ganas o simplemente miedo.
Comenzaba a creer eso que dijo mi psicóloga la sesión pasada
que tal vez, el miedo no esta en él, sino en mi.
Yo creo que en los dos.
o tal vez en todos.
Pero admitir que yo también escapo, me dan (mas) ganas de escapar
Y es que a pesar de tanto estudio y trabajo con las relaciones humanas
Yo no las comprendo.
Aceptar que el uno mas uno queda chico,
que el amor es necesario pero no suficiente,
pero a veces también suficiente pero no necesario,
que al final... no es como nos lo contaron.
Te pregunto que sentís por mi. Y ahora estar desnuda me da pudor, porque te alejas y me hablas con palabras duras y frías. Después de ese día no te vuelvo a ver.
O te explico, que sí, me gustas. Pero no es mi momento, o no sos mi tipo. O no es el momento ni sos mi tipo, o no me entiendo ni yo.
Y vos me gustas,
creo.
Que tenga ganas de darte un beso, es que me gustás?
Bueno pero con vos no,
con vos no puedo.
Él, que me habla como si nada hubiera pasado en estos cuarentaycinco días sin hablarnos. Que mientras vos te subís a trenes y aviones, a mi me pasan cosas;
cosas, y la vida me pasa.
Y ese otro que se guarda en una cajita las cosas lindas por decirme y todo eso que siente, hasta el día que le digo que no, que ya no quiero verlo
Y yo que no concuerdo con el-tu ideal de mujer armada para amar, y entonces no.
Y al final a mi me pasa igual. Porque sos todo lo contrario a lo que busco, pero te encuentro y me gustas. Con las características que se repiten, en mi cada “nueva elección”. Ese egoísmo disfrazado de yo no fui, y la inseguridad que rebota desde mi. Me exigis planes, proyectos, privilegeos..pero todavía no sabes ni quién soy.
Sin embargo nos elegimos para compartir, este rato y el siguiente
Pero después?
Pero después no sé.
Caminamos con los ojos tapados pero de a pasos cortos y timidos. Entre tanto olor a palosanto me mareo.
No sé qué querés, ni qué quiero, ni qué queremos
Queremos?
Me hablas de piletas, de nadar y pienso en trampolines.
Pero hoy,
yo siento que me ahogo.
-su discurso se perdía por las cúpulas-
porque yo pensaba.
Mas bien volvía a mis pensamientos de cuando hacia unas horas me pintaba las uñas.
Pensaba si yo algún día yo iba a casarme
Estaba claro que por iglesia no –su discurso me aburría, mucho.
Hablaba de amor eterno, y yo que todavía no se si eso existe o no-,
Pero mas allá de eso
intentaba descifrar si eran no ganas o simplemente miedo.
Comenzaba a creer eso que dijo mi psicóloga la sesión pasada
que tal vez, el miedo no esta en él, sino en mi.
Yo creo que en los dos.
o tal vez en todos.
Pero admitir que yo también escapo, me dan (mas) ganas de escapar
Y es que a pesar de tanto estudio y trabajo con las relaciones humanas
Yo no las comprendo.
Aceptar que el uno mas uno queda chico,
que el amor es necesario pero no suficiente,
pero a veces también suficiente pero no necesario,
que al final... no es como nos lo contaron.
Te pregunto que sentís por mi. Y ahora estar desnuda me da pudor, porque te alejas y me hablas con palabras duras y frías. Después de ese día no te vuelvo a ver.
O te explico, que sí, me gustas. Pero no es mi momento, o no sos mi tipo. O no es el momento ni sos mi tipo, o no me entiendo ni yo.
Y vos me gustas,
creo.
Que tenga ganas de darte un beso, es que me gustás?
Bueno pero con vos no,
con vos no puedo.
Él, que me habla como si nada hubiera pasado en estos cuarentaycinco días sin hablarnos. Que mientras vos te subís a trenes y aviones, a mi me pasan cosas;
cosas, y la vida me pasa.
Y ese otro que se guarda en una cajita las cosas lindas por decirme y todo eso que siente, hasta el día que le digo que no, que ya no quiero verlo
Y yo que no concuerdo con el-tu ideal de mujer armada para amar, y entonces no.
Y al final a mi me pasa igual. Porque sos todo lo contrario a lo que busco, pero te encuentro y me gustas. Con las características que se repiten, en mi cada “nueva elección”. Ese egoísmo disfrazado de yo no fui, y la inseguridad que rebota desde mi. Me exigis planes, proyectos, privilegeos..pero todavía no sabes ni quién soy.
Sin embargo nos elegimos para compartir, este rato y el siguiente
Pero después?
Pero después no sé.
Caminamos con los ojos tapados pero de a pasos cortos y timidos. Entre tanto olor a palosanto me mareo.
No sé qué querés, ni qué quiero, ni qué queremos
Queremos?
Me hablas de piletas, de nadar y pienso en trampolines.
Pero hoy,
yo siento que me ahogo.
Ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte
Amén
7.24.2010
cada cual atiende su juego
que mi facultad publique una convocatoria para formar un equipo de rugby es tan ridículo como pensar que en económicas puede haber un señor que haga rastas, una minita que venda aros y un tipo que cocine pan casero.
7.23.2010
hombre puente
Me despertaste con el ruido del agua yendo de la pava al termo, con soquetes y short de playa. Me levanté y te vi con mi mate, que es un retrato de mi persona, escuchando un tema de las pastillas del abuelo que nunca voy a saber identificar porque todos se parecen bastante. Y no entendí nada, no entendí tanto contraste. Pero me gustó.
Me contaste de tu futuro, de Cuba, de ratones, de investigaciones exactas, del A+B es = a C, de lo inmune, de lo infeccioso de la biología. De todo lo concreto de tu profesión y la pasión por la exactitud de tu empleo público y que los dos mangos con cincuenta no importen. Y no entendí nada, no entendí tanto contraste. Pero me gustó.
Me preguntaste si yo también iba a comer con todos rabas en el bar de playa o si prefería empanadas sentada en la arena; te acompañé. Yo pedí de atún. El viernes santo y el pescado… vos unas que llaman lajmashin y me contaste sobre comidas nuevas, sobre tradiciones y muros que se lamentan los deseos de un pueblo entero. Y no entendí nada, no entendí tanto contraste. Pero me gustó.
Me dijiste que me pasabas a buscar a las diez por la facultad, pero yo te había avisado que salía a las once, vos preferías esperarme. Fuimos a comer rollitos de pescado que se comen con dos palitos y cuando te dije que no sabía comer con palitos pero que igual me animaba vos me dijiste que eso era lo que te gustaba de mí. Y no entendí nada, no entendí tanto contraste. Pero me gustó.
Me llevaste a pasear, me invitaste a dormir, me regalaste una hoja de un árbol y me enseñaste a cuidarla.
Te acompañé mientras esperabas el colectivo, pero te dije que yo no podía, con tanto mareo a veces no se puede y me dijiste que me calle que mejor darnos unos besos y no pensar tanto. Me iluminaste los días, se iluminaron los cuadros, te oscurecí el panorama cuando te dije que sí pero no, que diciembre y mi mochila y Sudamérica… es que a mí lo que no me sobra hoy es amor.
Me pasaste a buscar por casa. Me dijiste que hasta acá llegaban tus ganas, que yo te hacía mal y que no estabas enojado… que estabas decepcionado por lo que podríamos haber construido pero no.
Y yo volví. Tranquila. Me senté en mi cama, me puse gotitas en los ojos y me sentí mal, egoísta, maldije lo difícil que es que dos personas se gusten y cuánto más difícil es que se gusten en el mismo momento de esta vida. Pensé en todo lo que pasó desde que empezamos con esto y en lo extraño de que hayamos tirado para lados tan distintos. Pensé en manu chao, en los hombres, en los puentes… en los hombres que te agarran despacito la mano y te llevan a cruzar de un momento a otro. Pensé en todo esto y una vez más valoré lo chiquito de todos los días, la simpleza y lo feliz de dos que se cruzan de casualidad y se acompañan un ratito.
Hombre puente no se decepcione, que yo fui su mujer puente también. Que estuvo lindo, que todo que sí, pero es que a veces no…
Me contaste de tu futuro, de Cuba, de ratones, de investigaciones exactas, del A+B es = a C, de lo inmune, de lo infeccioso de la biología. De todo lo concreto de tu profesión y la pasión por la exactitud de tu empleo público y que los dos mangos con cincuenta no importen. Y no entendí nada, no entendí tanto contraste. Pero me gustó.
Me preguntaste si yo también iba a comer con todos rabas en el bar de playa o si prefería empanadas sentada en la arena; te acompañé. Yo pedí de atún. El viernes santo y el pescado… vos unas que llaman lajmashin y me contaste sobre comidas nuevas, sobre tradiciones y muros que se lamentan los deseos de un pueblo entero. Y no entendí nada, no entendí tanto contraste. Pero me gustó.
Me dijiste que me pasabas a buscar a las diez por la facultad, pero yo te había avisado que salía a las once, vos preferías esperarme. Fuimos a comer rollitos de pescado que se comen con dos palitos y cuando te dije que no sabía comer con palitos pero que igual me animaba vos me dijiste que eso era lo que te gustaba de mí. Y no entendí nada, no entendí tanto contraste. Pero me gustó.
Me llevaste a pasear, me invitaste a dormir, me regalaste una hoja de un árbol y me enseñaste a cuidarla.
Te acompañé mientras esperabas el colectivo, pero te dije que yo no podía, con tanto mareo a veces no se puede y me dijiste que me calle que mejor darnos unos besos y no pensar tanto. Me iluminaste los días, se iluminaron los cuadros, te oscurecí el panorama cuando te dije que sí pero no, que diciembre y mi mochila y Sudamérica… es que a mí lo que no me sobra hoy es amor.
Me pasaste a buscar por casa. Me dijiste que hasta acá llegaban tus ganas, que yo te hacía mal y que no estabas enojado… que estabas decepcionado por lo que podríamos haber construido pero no.
Y yo volví. Tranquila. Me senté en mi cama, me puse gotitas en los ojos y me sentí mal, egoísta, maldije lo difícil que es que dos personas se gusten y cuánto más difícil es que se gusten en el mismo momento de esta vida. Pensé en todo lo que pasó desde que empezamos con esto y en lo extraño de que hayamos tirado para lados tan distintos. Pensé en manu chao, en los hombres, en los puentes… en los hombres que te agarran despacito la mano y te llevan a cruzar de un momento a otro. Pensé en todo esto y una vez más valoré lo chiquito de todos los días, la simpleza y lo feliz de dos que se cruzan de casualidad y se acompañan un ratito.
Hombre puente no se decepcione, que yo fui su mujer puente también. Que estuvo lindo, que todo que sí, pero es que a veces no…
7.18.2010
el círculo
al final, no somos más que simples puntitos que se van moviendo en un círculo más grande cumpliendo un ciclo, la vida. al final, no somos más que simples puntitos que van por la vida sintiendo un montón de cosas. a veces está bueno, hoy no.
7.16.2010
7.15.2010
pequeña freud
charlábamos de este invierno maldito, de este julio mal parido. a vos no te importaba mucho nada de la vida y a mí tu actitud no me preocupaba en lo más mínimo porque vos ahora estás así... como fundiéndote en los días y si tenés que ir a carapachay vas, y si te toca san isidro te tomás el bondi y si tiene que ser enfrente de tu casa vas a cruzar. lo sé.
pero yo no.
yo no me voy a fundir con ningún aire. este julio no me va a llevar a ningún lado que yo no quiera,
pero yo no.
yo no me voy a fundir con ningún aire. este julio no me va a llevar a ningún lado que yo no quiera,
(risas)
l: estoy neurótica
m: naciste neurótica
l: no dale, entendeme es porque tal vez me recibo y encima estos hombres de mierda...
m: no lu, pero neuróticos somos todos
(yo en realidad quería decir histérica)
7.13.2010
cosa desdemipanza
en un mundo que no para de no parar,
yo sé que vos no extrañás más que el movimiento de tu bici
estacionada,
ahora
en este invierno que se la da de algo que todavía no sabemos bien qué es
tu bici estacionada y quieta
hoy
mientras tus ideas no se paran de moverse,
(y de conmovernos a todo los que estamos alrededor)
pero acá estamos,
pedaleando en un barrio de pocas siestas
pedaleando este invierno que nunca,
pero nunca nunca
nos va a dejar sin ganas de respirar el aire que trae el color de los momentos, el sabor de los espacios...
yo sé que vos no extrañás más que el movimiento de tu bici
estacionada,
ahora
en este invierno que se la da de algo que todavía no sabemos bien qué es
tu bici estacionada y quieta
hoy
mientras tus ideas no se paran de moverse,
(y de conmovernos a todo los que estamos alrededor)
pero acá estamos,
pedaleando en un barrio de pocas siestas
pedaleando este invierno que nunca,
pero nunca nunca
nos va a dejar sin ganas de respirar el aire que trae el color de los momentos, el sabor de los espacios...
felicidad es (en letras)
Me gusta mirar a los ojos a la gente cuando camino. Bah, ya no se si me gusta, o de tanto gustarme se volvió costumbre.
Supongo que lo que me atrae es el pause que se genera cuando se cruzan las miradas. Y luego seguimos. Con pasos apurados, manos inquietas y mentes en el mañana.
En un mundo que no para de no parar, donde los semáforos generan impaciencia y el bocinazo es justificado al segundo once de espera. La gente espera debajo de cordón lista para cruzar. Y siempre haciendo; música en sus oídos, pensamientos cruzados, pegados a su teléfono, enojados, mintiendo.
Extraño el silencio de la hora de la siesta del barrio donde nunca viví.
El viento soplando mis pestañas, de esos ojos míos donde rebota el sol y a través de los cuales miro el cielo y sus nubes, que hoy me resultan insulsas.
Y entonces el arte como una manera de parar y respirar.
La fotografía como instrumento para congelar los instantes que no dejan de suceder.se.
De recuperar el color de los momentos, del sabor de los espacios y del despacio y tranquilo.
La música como conexión con el ahora. Porque las notas que salen de esa especia de flauta grande, son ya,
ni antes, ni serán.
Es una ilusión,
porque la bicicleta de la foto está quieta, pero todos sabemos que no para de moverse.
Pero el placer de verla inmóvil, de haberse agachado a conseguirla, nos evade por un ratito de este siglo XXI, automático y digital.
Supongo que lo que me atrae es el pause que se genera cuando se cruzan las miradas. Y luego seguimos. Con pasos apurados, manos inquietas y mentes en el mañana.
En un mundo que no para de no parar, donde los semáforos generan impaciencia y el bocinazo es justificado al segundo once de espera. La gente espera debajo de cordón lista para cruzar. Y siempre haciendo; música en sus oídos, pensamientos cruzados, pegados a su teléfono, enojados, mintiendo.
Extraño el silencio de la hora de la siesta del barrio donde nunca viví.
El viento soplando mis pestañas, de esos ojos míos donde rebota el sol y a través de los cuales miro el cielo y sus nubes, que hoy me resultan insulsas.
Y entonces el arte como una manera de parar y respirar.
La fotografía como instrumento para congelar los instantes que no dejan de suceder.se.
De recuperar el color de los momentos, del sabor de los espacios y del despacio y tranquilo.
La música como conexión con el ahora. Porque las notas que salen de esa especia de flauta grande, son ya,
ni antes, ni serán.
Es una ilusión,
porque la bicicleta de la foto está quieta, pero todos sabemos que no para de moverse.
Pero el placer de verla inmóvil, de haberse agachado a conseguirla, nos evade por un ratito de este siglo XXI, automático y digital.
7.10.2010
para ver el sol
estoy conociendo verdades,
en las que creía pero no conocía
y estoy olvidando verdades
que conocía pero no creía
la hermosa sensación
de no hacer nada
y de no sentir que algo
no se está haciendo
las cosas no importantes
que tanto me importaban
ya ni pienso
7.06.2010
el mundial macanudo*, hoy: vamo’ arriba la celeste
Es triste que haya terminado el mundial para nosotros. Es re triste.
Me quedaron ganas de escribir de los hinchas, pero ya no quiero hacerlo porque verlos ahí con unas caras de angustia terribles, como nosotros acá, pero ellos en la tribuna hace que se me vayan las ganas de escribirles.
Cuanto terminó el partido, sí sí ese en el que Alemania nos mató a goles, cuando terminó me dio bronca. Tefi me dijo que Argentina no jugó mal, que podíamos llegar a perder… me explicó algo que no entendí bien porque usó palabras del estilo “línea de tres, dos adelante, defensa” lo que yo interpreté es que si teníamos un equipo armado para meter goles y no para defender nos estábamos arriesgando a bueno… a lo que pasó. Pero ya está, me apena un poco que Messi se haya ido sin meter un gol, hoy escuché en la radio que Lio se está mandando mensajitos con los jugadores de España contándoles como ganarle a Alemania. ¿pueden creerlo? ¿se entiende ahora a qué me refería cuando decía que el equipo de Argentina tiene una onda teen?
De todo esto tampoco me gustó que un periodista ansioso entrevistara a Carlitos después del partido para preguntarle cuáles, consideraba, habían sido los errores de Argentina. A ver… periodista, yo entiendo que es tu laburo, pero pará un poco loco dejalo respirar, dejalo descansar, dejalo llorar. Pero Carlitos da la cara, Carlitos dijo “nos encontramos con un equipo fuerte. Ahora hay que volver a casa”.
Y bueno, lo triste de todo esto es la penosa suerte que corrió Romerito, dicen las malas lenguas que Diego le dijo “en el arco está tu familia. Atajá todo”. Queda claro lo qué pasó con la pobre familia de Sergio… No va a quedar más remedio que acompañarlo en este momento tan difícil para él.
Pero ya está, estamos afuera Argentina y, como en el fútbol vale ser tortilla, voy a decir que el mundial es una farsa, que es todo guita, que está arreglado.
Bien, antes que arranque toda esta farsa mundialista yo había dicho que si no ganaba Argentina quería que gane Brasil. Sí, Brasil… me gusta y de hecho me apenó un poquito que quedara afuera. Pero damas y caballeros, Brasil está fuera y como los uruguayos viven acá al lado hoy me pinto banderitas celestes.
Ellos ganaron dos mundiales, ¿no? ¿Alguien me ayuda con esto? Creo que sí… y por lo que entendí si ganan este mundial se llevan la copita a casa, ¿voy bien? Bueno, ya sé a la casa de ellos… pero che! Que si nos tomamos el Buquebus en 45 minutos estamos ahí y esa copa también es un poquito nuestra o acaso, quién les enseñó a jugar a fútbol a esos uruguayos, eh? Quiénes? Vamos…. Ahora somos todos independientes y cancheritos, bien que antes de ser Uruguay ellos eran la Banda Oriental, ya se olvidaron?
(perdón)
Es que yo quería GANAR!!!!!
Lo que a mí me pasa es que no entiendo de fútbol, nada. Las dos veces que fui a la cancha el equipo que fui a ver ganó. No entiendo de derrotas, no se lo que es volver un domingo a las siete de la tarde a casa, cabizbaja porque mi equipo perdió. No lo se. Y uffff, que fútbol maldito… a mí me re gustaba la seleSSSión del Diego.
Pero acá estamos, vestiditos de celeste, alentando por Uruguay porque, aunque el naranja sea mi color preferido, yo tengo sólidos fundamentos para decir que estoy con ellos: me gusta el candombe, toman mate, varios de mis músicos favoritos son uruguayos (leáse: Jorgito Drexler, Eduardo Mateo, Fernando Cabrera, Martín Buscaglia), tienen a Cabo polonio (y todo lo que eso significa), viven acá al lado, toman mate de nuevo, en medio de una tormenta y con la carpa rota, un uruguayo macanudo nos regaló un parante y otro nos refugió en su toldo.
Y, además, su equipo también tiene onda teen, sus jugadores también usan vinchita y su DT también les da un besito después del partido.
Por todo esto y porque no quiero dejar de mirar partidos, me sumo al Negro Rada y hoy canto: vaaaaamo arriba la celeste!
Me quedaron ganas de escribir de los hinchas, pero ya no quiero hacerlo porque verlos ahí con unas caras de angustia terribles, como nosotros acá, pero ellos en la tribuna hace que se me vayan las ganas de escribirles.
Cuanto terminó el partido, sí sí ese en el que Alemania nos mató a goles, cuando terminó me dio bronca. Tefi me dijo que Argentina no jugó mal, que podíamos llegar a perder… me explicó algo que no entendí bien porque usó palabras del estilo “línea de tres, dos adelante, defensa” lo que yo interpreté es que si teníamos un equipo armado para meter goles y no para defender nos estábamos arriesgando a bueno… a lo que pasó. Pero ya está, me apena un poco que Messi se haya ido sin meter un gol, hoy escuché en la radio que Lio se está mandando mensajitos con los jugadores de España contándoles como ganarle a Alemania. ¿pueden creerlo? ¿se entiende ahora a qué me refería cuando decía que el equipo de Argentina tiene una onda teen?
De todo esto tampoco me gustó que un periodista ansioso entrevistara a Carlitos después del partido para preguntarle cuáles, consideraba, habían sido los errores de Argentina. A ver… periodista, yo entiendo que es tu laburo, pero pará un poco loco dejalo respirar, dejalo descansar, dejalo llorar. Pero Carlitos da la cara, Carlitos dijo “nos encontramos con un equipo fuerte. Ahora hay que volver a casa”.
Y bueno, lo triste de todo esto es la penosa suerte que corrió Romerito, dicen las malas lenguas que Diego le dijo “en el arco está tu familia. Atajá todo”. Queda claro lo qué pasó con la pobre familia de Sergio… No va a quedar más remedio que acompañarlo en este momento tan difícil para él.
Pero ya está, estamos afuera Argentina y, como en el fútbol vale ser tortilla, voy a decir que el mundial es una farsa, que es todo guita, que está arreglado.
Bien, antes que arranque toda esta farsa mundialista yo había dicho que si no ganaba Argentina quería que gane Brasil. Sí, Brasil… me gusta y de hecho me apenó un poquito que quedara afuera. Pero damas y caballeros, Brasil está fuera y como los uruguayos viven acá al lado hoy me pinto banderitas celestes.
Ellos ganaron dos mundiales, ¿no? ¿Alguien me ayuda con esto? Creo que sí… y por lo que entendí si ganan este mundial se llevan la copita a casa, ¿voy bien? Bueno, ya sé a la casa de ellos… pero che! Que si nos tomamos el Buquebus en 45 minutos estamos ahí y esa copa también es un poquito nuestra o acaso, quién les enseñó a jugar a fútbol a esos uruguayos, eh? Quiénes? Vamos…. Ahora somos todos independientes y cancheritos, bien que antes de ser Uruguay ellos eran la Banda Oriental, ya se olvidaron?
(perdón)
Es que yo quería GANAR!!!!!
Lo que a mí me pasa es que no entiendo de fútbol, nada. Las dos veces que fui a la cancha el equipo que fui a ver ganó. No entiendo de derrotas, no se lo que es volver un domingo a las siete de la tarde a casa, cabizbaja porque mi equipo perdió. No lo se. Y uffff, que fútbol maldito… a mí me re gustaba la seleSSSión del Diego.
Pero acá estamos, vestiditos de celeste, alentando por Uruguay porque, aunque el naranja sea mi color preferido, yo tengo sólidos fundamentos para decir que estoy con ellos: me gusta el candombe, toman mate, varios de mis músicos favoritos son uruguayos (leáse: Jorgito Drexler, Eduardo Mateo, Fernando Cabrera, Martín Buscaglia), tienen a Cabo polonio (y todo lo que eso significa), viven acá al lado, toman mate de nuevo, en medio de una tormenta y con la carpa rota, un uruguayo macanudo nos regaló un parante y otro nos refugió en su toldo.
Y, además, su equipo también tiene onda teen, sus jugadores también usan vinchita y su DT también les da un besito después del partido.
Por todo esto y porque no quiero dejar de mirar partidos, me sumo al Negro Rada y hoy canto: vaaaaamo arriba la celeste!
7.04.2010
basta ¿o más?
Conversábamos de las cosas chiquitas de todos los días, de las vueltas en bicicleta, de la vida de las vueltas y de las vueltas de la vida. Recreábamos a un tipo que quería que alguien tuviera calor, en un taller que se la daba de algo que todavía no sabemos bien qué es pero nos hace bien. Siempre preferí las empanadas de carne con vino tinto y las de jamón y queso con birra, pero no nos importaba… podíamos comer una y una. Podíamos arrancar con una copa y seguir con otra. Eran los tiempos de gloria, de la juventud, era el no querer vendernos a la resignación, el no querer aceptar que las cosas son así y mirá que por acá no va a salir el sol, por acá no amanece todavía. No, ninguno de nosotros se creería eso jamás. Hablábamos de a poquito, primero de experiencias lindas y nuevas pero después aparecía el rechazo a una vida corporativa que no nos gustó. Porque no nos creíamos los reconocimientos que iluminan con luces de árbol de navidades pasadas, nosotros queríamos que amaneciera de verdad. Centros culturales, proyectos regionales, algunos recitales, un poco de percusión. Dale, sonreí, te saco la foto y así en un clic de a poquito sin ser revolucionarios aprovechábamos cada oportunidad para decir(nos) que amábamos la libertad aunque a veces libertad sea el día de estudio en el que no se estudia, el parcial difícil que todos aprobamos y la materia de mierda que nadie cursa, ¿firmás por mí? claro que sí. Pasame tu DNÍ. Lloramos un poco, a veces, entre mates y decisiones difíciles, entre chipacitos caseros y hambre de vida nueva. Nos confundimos, nos entendimos, decidimos volvernos a confundir pero no podemos con tanta vida a veces no se puede y ahí es cuando soñamos en armar mochilas mientras terminamos cuatrimestres, el finde largo me voy pa’ casa… y aprovecho para decir que ponen ojos brillosos cuando van a casa, que son lindos cuando dejan ver que son del interior, que el interior es lindo. Eso ya lo sabíamos. Y no sé, es que ahora me puse a pensar en esa foto que saqué hace más de un año y qué rápido que pasa el tiempo, esa foto en nuestra facultad… esa pared que pide más, un panel diciendo basta, un banco pidiendo más todoslosdías todoeltiempo. Entonces ¿qué se hace? ¿basta o más? Tal vez podamos con todo, tal vez podamos seguir con la gloria joven de cada día, con las ganas chiquitas pero Dios, ¡qué ganas que le ponemos! Es que no se bien por qué (les)estoy escribiendo todo esto. Me pasa que hoy es domingo, y ahora que sé que no voy a tener que cursar nunca más en esa facultad tuve miedo que nuestras almitas jóvenes se vayan avejentando con el correr del tiempo. Me angustié un poco. Es que no quiero que salgamos al mundo de las lámparas de bajo consumo y pensé que tal vez si escribía todo lo que somos lo íbamos a tener aunque sea un poquito más presente para cuando todo esto se convierta en lo que fuimos: unos pibitos que se cruzaron en la facultad de sociales… estudiando una carrera que todavía no sabemos bien qué es. Unos pibitos que tienen unas ganas y un empuje que no quiero que se vaya nunca, unos pibitos que saben cuando decir basta y que a veces quieren más.7.02.2010
7.01.2010
de nosotros dos
primero fue borrar
todo,
(con la precisión de un artesano)
después vinieron las épocas de negar,
denegar,
lo que me pasaba a mí lo que sentías vos: todo era una gran mierda
negué con la seguridad de un padre enojado que no consiente caprichos
al tiempo asumí,
madura, capaz, fresca y fuerte
que algunas cosas pasan y que todo pasa por algo y que asumir es distinto a resignar
preferí ignorar
es que yo no sé cómo se nadan las olas que arrastran nuestras idas y venidas
hasta, claro, me pasa… ya me había pasado
y me pasó nuevamente
toqué fondo,
porque ignorar es dejarse llevar (a lo hondo) y casi me ahogo,
pero no
entones entendí que todo no había sido una gran mierda, que éramos lindos
que habíamos sabido ser lindos
en ese momento ya estaba en la orilla, en un otoño que se la daba de verano,
con el viento helado del mar salado
a veces agrio como la angustia irónica de algunas canciones que ya
no puedo escuchar
(con la precisión de un artesano)
después vinieron las épocas de negar,
denegar,
lo que me pasaba a mí lo que sentías vos: todo era una gran mierda
negué con la seguridad de un padre enojado que no consiente caprichos
al tiempo asumí,
madura, capaz, fresca y fuerte
que algunas cosas pasan y que todo pasa por algo y que asumir es distinto a resignar
preferí ignorar
es que yo no sé cómo se nadan las olas que arrastran nuestras idas y venidas
hasta, claro, me pasa… ya me había pasado
y me pasó nuevamente
toqué fondo,
porque ignorar es dejarse llevar (a lo hondo) y casi me ahogo,
pero no
entones entendí que todo no había sido una gran mierda, que éramos lindos
que habíamos sabido ser lindos
en ese momento ya estaba en la orilla, en un otoño que se la daba de verano,
con el viento helado del mar salado
a veces agrio como la angustia irónica de algunas canciones que ya
no puedo escuchar
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