9.25.2008

ludmilandia

Vivimos en una sociedad machista, hay que ser bien feminista.

A mí me gusta escuchar música que no sea tan conocida, o que sea conocida pero no famosa, mientras estoy sola en casa.
Me encantaría trabajar al aire libre, en especial en esta época del año en la que el tiempo escasea y empiezo a pensar si irme a cultivar zapallos a algún pueblo alejado sin mucha humedad sería un negocio rentable y, en caso de no serlo no importa: hacer artesanías y venderlas en el sur es una linda opción. Como no trabajo al aire libre, me conformo con un trabajo que me gusta, en el que aprendo bastante, que tiene algunos desafíos, me permite conocer gente y, aunque sean bastantes horas y en pleno centro, entra sol por la ventana lo cual está bueno.
Me gusta mi trabajo.
Me gusta lo que estudio. Adoro mi facultad odiando sus paros y la falta de puertas en el baño.

Vivimos en una sociedad consumista, hay que ser un buen artista.

Hay que producir para que no todo sea consumir y que de mí pueda salir algo y no todo se convierta en valor que incorporo: yo también puedo aportar valor de adentro hacia afuera.
Saco fotos de papel, no son tan buenas y trato de perfeccionarme (porque me cuesta escapar del temita de incorporar y consumir), voy a un taller que me enseña a revelar y copiar fotos en blanco y negro. Disfruto estar en una plaza con dos horas de sueño encima, sacando fotos a niños con más y con menos profundidad de campo.
Si tuviera el talento suficiente me gustaría poder sacar fotos de gente que no es tan feliz en su trabajo, tratando de entender qué les pasa, qué sienten, qué los mueve a hacer lo que hacen y sé que no necesito irme muy lejos ni a un lugar sin mucha humedad para poder hacerlo.
Tal vez a futuro.
No hay que resignarse.
Para resignados están todos los demás.

Vivimos en un mercado competitivo, hay que ser proactivo.

Odio y amo mis autoexigencias porque son las que generan mis pequeñas (y grandes) frustraciones, como así también muchos de todos mis grandes (y pequeños) orgullos. Soy de esa clase de personas que piensan que cuando uno elije hacer algo lo tiene que hacer bien, dando lo mejor de uno. Para mí dando lo mejor somos el mejor, al margen del resultado… si el resultado está buenísimo y la pasaste mal mientras intentabas alcanzarlo, el resultado no sirve.
No.
Hay que pasarla bien, porque para actuar con desgano prefiero dejarles las cosas a los demás.


Hay días que entre tanto feminismo, arte, producción, leer, estudiar, laburar, terminar la presentación, ser simpática con el de al lado… me pregunto qué quiero, qué busco, para qué, para quién?
Me doy cuenta que soy feliz y que disfruto lo que hago para mí, que entre tanto individualismo puedo crecer.

Pero también hay días que entre tanto feminismo, arte, producción, leer, estudiar, laburar, terminar la presentación, ser simpática con el de al lado… me pregunto si alguna vez voy a poder hacer feliz a alguien…
Y esa pregunta me enoja conmigo misma mientras el sentimentalismo bizarro y cursi, le gana a un individualismo feminista y emprendedor.
En esos días es cuando doy el brazo a torcer, dejo el orgullo de lado y reconozco que alguien tenía razón cuando me decía que yo en el fondo quiero “la vida rosa y casarme de blanco”.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

wow, esto si es desdelapanza!

Igual voy a optar por la cuota de humor, quizás luego vuelva con reflexiones.

Dos cosas:
1. odias el rosa. (y casarse de blanco seria casi una mentira, ja!)
-igual coincido con aquel "alguien"-

2.Me acordé del trabajo a desgano, y me reí muchomucho -orientales raros-.

ah, y si haces feliz (muy) feliz a alguien.

a mi

:)

Anónimo dijo...

esto es INCREIBLE.

Varias cosas me sonaron muy (demasiado!) coincidentes con ideas que alguna vez a mi también se me han pasado por la cabeza...

Incluso te diria que
el dia que te vayas al interior,
si buscas alguna socia para el temita de los zapallos me llames!

y de paso también q venga mayi, y podriamos irnos por el interior a hacernos preguntas, y sacar fotos de papel y escribir...
y después publicamos un librito

jaja perdon ya divagué.

Me pasa eso, a veces me imagino cosas grandes...

y en realidad creo que hacer algo chiquito que a uno no le cuesta tannnto, puede causar muchas más cosas en los demás, sin que uno se de cuenta...

bah nose digo.
Vos pensaste y escribiste,

Y a mi me hiciste feliz
muy feliz.

Anónimo dijo...

el que banque y valore tu feminismo emprendedor, va despertar ese sentimentalismo cursi que tanto resentimiento te genera.

pulgar para arriba por la parte de que tenemos que dar lo mejor para ser el mejor y algunas risas por lo de la vida rosa y casarte de blanco.

Anónimo dijo...

Definitivamente, el blog (así, como instituciíon) es un universo más femenino que masculino.

Anónimo dijo...

Puchitaaaa!!!!
Antes q nada, conta conmigo para cultivar todos los zapallos que quieras!
En cuanto a tu forma de encarar la vida, confieso que te admiro y que me enseñas mucho... aunque a veces critique tus "estados bohemios" jajaja
ahhh hermanita, somos tan diferentes en muchas cosas, pero en el fondo tan iguales (o al menos lo expresaste en la frase final) :)

Te adoroooooooooooo

Re

macanudas* dijo...

maggi actualizá este blog que tantas alegrías no ha dado

esssa

Anónimo dijo...

siii
mi panza quiere mais
escribannnnaananana

malena dijo...

quiero leer algo
en macanudalandia!

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