Respecto a este tema manejo dos causas posibles: o lo heredé de alguien, probablemente de madre o es algo que fui construyendo durante veintidós años sin darme cuenta, pero me pasa que no puedo callar. Siempre tengo como esa necesidad de poner en palabras mi opinión y no me alcanza con el silencio aunque sé que a veces el silencio dice más que mil palabras. En general, no me importa el ámbito y creo que, dentro de todo, sé elegir las palabras, el tono, las formas con las que voy a manifestar lo que pienso para sonar más emotiva, más “polite”, más seria, más enojada dependiendo de la situación y el contexto. Y debo reconocer que me gusta ser así, que prefiero decir antes que callar, que me gusta poder hablar y que el ámbito no “me achique” si sé lo que quiero decir.
Pero a veces pasa algo que provoca que toda esa madurez puesta en palabras se disuelva en un mar de confusión e inestabilidad: un duende se atraviesa en mi garganta y ya no puedo hablar más. Hay un duende que vive en mi interior y me quita las palabras justo en el momento que estoy diciendo lo que más me duele, lo qué más me afecta, lo que más me mueve o conmueve. Y lo venía diciendo bien, como una mujer adulta. Pero no, cuando la idea comienza a tomar sentido y las palabras conforman un todo, cuando voy a pronunciar la última oración que cierra mi idea aparece él, atravesado en mi garganta y ya no puedo pronunciar nada. Llorar es la única alternativa y no hay forma de resistirlo. Lo odio. Odio ser así. Detesto llorar como si tuviera cinco años porque siento que mis palabras pierden peso, porque sé que hay personas que no tienen por qué verme llorar, porque sé que hay lugares en lo que simplemente no da ponerse a llorar… y no son cuatro lágrimas. No, lloro como si tuviera cinco años y me hubieran robado un juguete. Me angustio, me angustio mucho, me siento chiquita y sola en un mundo de grandes y al que me mira sin saber qué hacer le digo que no me de bola, que lloro de nada pero que estoy bien, que no sé lo que me pasa. Pero no es así. Yo sé… yo sé muy bien cuándo y por qué lloro. Yo sé las palabras que no puedo pronunciar, yo sé cuáles son las palabras que despiertan al duende que vive adentro mío, que lo despiertan y hacen que camine hasta mi garganta, regulando el ritmo y llegando justo a tiempo para callarme y ahogarme en un mar de lágrimas.
Y es horrible, es angustiante no poder contar lo que, justamente, me angustia.
Es horrible no poder decir las palabras que sé me van a empujar a un mar nuevo, con agua de otro color.
5.23.2009
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12 comentarios:
pero es sábado.
seamos contentos, amén.
mmm... podría decir(te)algunas cosas pero las charlamos personalmente mejor.
Lo que sí (te) digo ahora es que entre palabras pensadas y lágrimas irracionales, prefiero las lágrimas. Porque no vienen de la cabeza.
no te creas, macanuda, que sos la única.
todos tenemos un duende.
llorando, se dicen más que palabras.
que tristeza me dio este post.
comprendo completamente lo que describis, eso de sentirse sola y chiquitita y solo llorar... sin poder hablar.
Es feo, pero por lo menos nos tenemos las unas a las otras, una amiga mia que amo mucho me dijo que 'mientras estemos juntas, nada puede ser tan grave'
asi que buscameeeeeee macanuda
cuando tengas duende, buscame y yo te abrazo :)
cariños de pu
Mientras puedas llorar, eso que te angustia no va a poder matarte. Todos podemos decir todo, aunque sea lo peor. Besos
nada de que llorando se dice mas de mil palabras.
matemos al duende!!
matemos al duende!!
Convengamos que problemas de expresión no tenes.
Yo te prefiero deshidratada que ahogada lu (porque las lagrimas que no salen se acumulan)
Pero sí, unas lagrimitas menos por mes, sería el casiequilibrio.
saludos! excelente blog. te gustaría intercambiar links??
www.bailaborrachin.blogspot.com
Hola, Buenas.
Nunca se quién escribe, hay dos lú-dueñas-del-blog, no?
Quería decir que este blog es muy personal y muy lindo, y me siento muy representada con la angustia, los pensamientos, las racionalidades, los subtes, los zapatitos verdes, el mar y tantas otras cosas que escriben.
Es un blog muy de mujeres, muy de mujeres sensibles, y muy de muchas cosas bien.
Les dejo un besito a las dos responsables entonces!
Julieta.
claro, a mí no me gusta llorar... yo quiero decir sin llorar porque sino las palabras se inundan.
gracias por sus comentarios.
y en especial juli, que lindo lo que escribiste.
beso!
lu
claro, a mí no me gusta llorar... yo quiero decir sin llorar porque sino las palabras se inundan.
gracias por sus comentarios.
y en especial juli, que lindo lo que escribiste.
beso!
lu
y si, somos dos. Pasa que yo - meg- las ideas a veces no las tengo tan claras..
que linda descripcion Julieta
gracias
m*
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