5.29.2007

- all that jazz -

Sabor dulce.
No se sabe cómo ni de dónde proviene. Quizás de esa mirada, quizás de ese sonrisa, o de esa manera de moverse .

Creo que de su voz; de ahí nace. Pero no muere.
El sonido que sale de su boca gana autonomía , logra distanciarse de ese cuerpo. Lo físico comienza a ser espiritual, y esa voz, ahora independiente, comienza a llevarse muy bien con las notas que brotan de ese piano. Un sonido que despegado de aquella madera , se convierte en sensación y se baña en subjetividad.
Un dedo que acaricia una tanza sostenida en un artefacto de madera fina, desprende aquel sonido que resbala en mis oídos, y ahora pertenece al alma. Escabulléndose encuentra ese sentimiento escondido, que ahora se deja ser, y se anima a penetrar casi a la conciencia.
Los dedos veloces del pianista anticipan la música que sale de esas teclas, obligándonos a pensar en una pura improvisación.
El contrabajo que se une a esa persona que intenta dominarlo, y que ahora los dos son uno solo.
Y esa trompeta que independiente pero respetuosa se hace presente, con mucha personalidad. Puede convertir ese sonido penetrante y vivaz en una imagen violenta, pero también puede transformar en dulces los versos mas furiosos. El domador la toca frenético, como queriéndola matar, como queriéndola amar.

La música inspira que mis pies no le pidan permiso a mi mente para comenzar a moverse; la melodía que rozando el límite con el blus, hace que la tonalidad de pronto sea gris.
El público que aplaude y se fusiona con esos personajes que ahora son cuatro y uno a la vez.

5.25.2007

“La fantasía es como la veleta
y es como una antena la conciencia del hombre.
Amo a las dos.
Las dos en mi tejado vibran como una rosa.”
Raúl González Tuñón
(1905-1974)
No ve la pared y va derecho a su encuentro.
¡Cuidado!
Le gritan y le piden que vaya con cuidado, tanta velocidad termina en choque, en golpe y después el dolor.
No escucha nada, no quiere cuidarse. ‘Cuidado’, no quiere tenerlo

Y va…
Y va el pájaro volando inconciente
Ya no sabe de objetivos de metas y fines.
No sigue a nadie. ‘Llegar’, le causa gracia.

Se vuela todo el pájaro,

A veces rápido, a veces más lento. Algunos días planea al ras del suelo y otros acelera hasta el cielo.
Cuando se cansa se deja llevar y que el viento lo empuje y que el aire sea el único contexto.

Un día cayó al agua.
Empapado estaba el pájaro cuando tomó conciencia del abismo que lo separaba de la realidad.

No ve la pared, no le importa verla.

En su vuelo se encuentra con simplezas que lo animan y hacen que pierda el miedo a que todo termine.
Vive todo, el pàjaro que se vuela todo.
Destellos lo acompañan en su vuelo, es esa luz, estìmulo constante que lo encandila y no lo deja ver la fealdad de la pared, la soledad, el miedo, la falta de valores.
Hoy no conoce de paredes y desdichas.

Respira, respira todo el aire que quiere y cuando suspira no es de agotamiento sino de alivio.
Algunos pueden verlo cuando se acerca y regocijarse en su calidez, y aunque sea por un segundo, ¡sí que se disfruta!

Y el pàjaro va volando, cargado de todo lo bueno, nada lo detiene, nadie lo sostiene… se escurre entre los dedos de cualquiera y no ve la pared.
Ese es su don, no verla, no pensarla.
Esa es su gracia, contagiar ese don cada vez que se acerca y que en su reflejo se distingan partículas de liberación de vuelos, de ansias y de vida, ese valor y un “no me importa que esto termine en chichón.”.

5.21.2007

Recreo


Dale, un ratito más.
Bueno.
Todo el tiempo que
vos
quieras.

5.10.2007

de Besos y Creaciones

Besar.... crear historias...
Parte de un mismo proceso, que ocurre una y mil veces, pero que cada vez es único, que desprende moléculas de placer y encierra cierta magia indescriptible.
Apagamos el mundo exterior, y encendemos nuestro mundo interno, y comenzamos a recorrer sus laberintos intentando descubrir esoterismo y misterio . Y ahora eso es lo único que importa.
Casi sin darnos cuenta somos parte de este puro proceso. Que sin tener mucha explicación, despierta ciertas endorfinas que dormitan en nuestro cerebro.
Lenguas que se cruzan, biromes y papeles que se entienden muy bien. Hoja y lápiz que se acarician, lenguas que borran y vuelven a escribir.
Un proceso que comienza con los deseos rebeldes de alguno , y continua con el entrecruzamiento de aquel otro. Y de repente son más... besos pasados, primeros besos, besos muy o poco recordados, besos nunca concretados, fantaseados una y otra vez. Personajes irreales, personajes verídicos, cercanos , lejanos.. todos formando parte de un mismo momento.
Dejamos fluir, algo más allá de nosotros maneja nuestros actos y casi sin que la conciencia se entere colocamos ciertas palabras ahí, y no otras, y de repente: la creación. Única e insuperable. Y hasta a veces, buena. Similar a una asociación libre, el proceso que por momentos parece ser eterno, llega al fin. Ya quedó escrita, para transformarse en algo que luego vamos a llamar recuerdo.

5.05.2007

Es una cuestión de aptitud

Salir de casa y que la lluvia me moje, que el colectivo pase justo en el momento que estoy por cruzar para llegar a la parada, tener frío porque Petinato me miente con la temperatura antes de salir… Esas cosas, son algo “común”.
Ya está. Ya están en mi vida. Ya me acostumbré.
Ahora… a que vos, humedad, me indagues, me hagas preguntas para asustarme, te rías de cómo puedo llorar sola en un bondi; a eso, humedad, disculpame pero no creo que pueda acostumbrarme ni adaptarme.
En verdad lo que no sé es si realmente puedo aguantarlo.
No se hasta que punto voy a tolerar las caras de la gente que no conozco, las personas que se mueven en mi vida de la que siento que forman parte – porque las veo todos los días y no estoy segura de que ellos me vean a mí – Ellos, que influyen en mí, en mi día. Gris.

Humedad tiñe los días de gris.

Me duele la cabeza y tengo los ojos chiquitos. Ya no muerdo la almohada y no puedo bajar al cuarto de papá a decirle que tengo pesadillas y que él me acurruque, dejando al margen los suspiros de mamá.
Ahora soy grande, o un poco más grande y si me duele lloro como a los cinco pero con veinte.
Como a las tres de la tarde pero a las dos de la mañana.
Porque a la tarde soy grande y a la noche chiquita.
Porque a la mañana me arden los ojos y no tengo fuerzas para salir ‘a lo de todos los días’ dónde vos, humedad, me estás esperando. Ahí, constante contexto que me hace pensar en mi vida, en lo que ya pensé, sobre los motivos, las dudas y las esperas. Sobre este otoño y las vueltas y la panza que duele cuando el día se hace largo esperando cambios que hasta que no los busque no los voy a alcanzar.
Humedad que venís del cielo, cómplice de tantos. Que brotàs del río, de ese que no quiero.

Porque todo es nuevo y lo nuevo hoy, da incertidumbre, y ese dolor de panza, las angustias, mi almohada que me tienta a morderla y yo que no tengo fuerzas.
La vida que puede reírse de mí: de cómo me mojo, de mis ganas de irme, de mis imposibilidades, del bondi que se escapa, del parcial que se aproxima, del tiempo que se escurre… De mis anhelos por el día de cuarenta y ocho horas, de mi lucha constante por hacer que mi cansancio sea inversamente proporcional a la velocidad de los días.
Y me pasa que la vida húmeda, las obligaciones, las responsabilidades, las ganas de dormir hasta cuando quiera, el despertador que suena, el libro que elegí y se llena de polvo en mi mesita de luz… Todos ellos se juntaron un domingo a la tarde y me jugaron una mala pasada y ahora no puedo parar de pensar que en este caos ‘sobrevive el más apto’.
Que en ésta supervivencia no estamos evolucionando, sino que nos estamos estancando y por qué no atrasando, y que la gente no es tan buena como parece.
Que el ideal que nos proponen alcanzar no me parezca tan bueno, y que mis utopías cada día sean más irreales.


¿Sos un sistema, estás en un sistema? ¿De qué tipo de que forma?
¿Cómo camino si acá todos corren? ¿Como me adapto?
¿Cómo contabilizo el tiempo si lo que quiero es pararlo e irme lejos?
¿Como?
Cómo entender que a veces la vida no es tan drástica como la planteo, que la risa no es tan perfecta como la pienso, que la paz no siempre relaja las ideas como quiero.
Esas cosas me dan miedo.

Y en mi cabeza una última pregunta. ¿Seré apta?

5.03.2007

Desde la panza..

Porque desde ahí es donde se conocen estas dos personitas tan simbióticas y complementarias.
Desde esa instancia, nadando en líquido amniótico, comenzaron a conectarse estas almitas.

Y porque desde ahí es que escribimos. De ese pequeño – o gran, según quien- espacio entre el pecho y la pelvis, escribimos lo que sentimos. Por que es ahí donde percibimos todos y cada uno de nuestros sentimientos, que en uno y otro texto se materializan en palabras.
Miedo, “maripositas “ , alegría, retorcijones, angustias..pasan una y otra vez dejando rastro en nuestra panza.
Eso en general se conecta con la mente – y el alma, a veces- y de vez en cuando surgen cosas interesantes.

Desde la panza y hasta siempre.

Desde la panza y para vos.

5.01.2007

Vi Vir

Vivir y estar como deberían hacerlo todos: sin perturbaciones, indiferentes y tranquilos. Inmutables.
Salir de los lugares en los que uno mismo entró.
Salir y seguir en una secuencia estática que permite el movimiento, el cambio… lo dinámico.
El cambio que estalla, pide, impulsa, ¿sale?
Y que en tus ciclos pasen influencias, que varíes que varíe. Que influya sutilmente y por primera vez puedas sorprender en el paisaje ese no se qué que buscaste siempre… y siempre en vano.
Porque al querer alcanzar algo que perdure llenamos nuestro entendimiento de hechos (difusos y concretos) con la utopía de incorporarlos y con la necia esperanza de conservar nuestro rango.
Vivir y que la vida presente al pasar colores que nunca antes viste. Que tal vez pensaste pero que al moverte en continuo no te detuviste en ellos.
Que el mundo esté ahí, fijo; para ver pasar el cambio… y tomarlo y sumergirte a tu tiempo, con el espíritu joven, con las ganas irracionales.
Ya no quiero verlo todo. ¿Hasta cuando sin perturbaciones, indiferentes y tranquilos? Desde acá, sentados viendo pasar la vida riendo en la propia risa y permaneciendo insensibles hasta el punto en que ese estímulo te encuentre, ese que vos buscabas, y llores y grites… para volver a callar y reír en la individualidad.
¿Eso querés?
Prefiero quedarme pensando y sabiendo que va a llegar el tiempo en el que riamos todos juntos: “de puro, encantador e inexplicable contento”.
Nuestra vida bien vale la de los otros, y su origen no siempre es la vanidad como su resultado tampoco es nulo.
Pero que en la búsqueda no te canses, y que por tus pasos no reproches.
Caminá, pasá, reí… sentate y no mires, no seas mero espectador porque de tanto ver llega el dolor: ¡Qué feo puede verse a veces todo! Y cómo la fealdad de lo real puede hacer repulsivas todas las cosas.
Quedate en lo irreal que es lo que mejor sabemos construir.
Quedate pero con la imaginación que no tiene parámetros, y mientras te convencés en ese limbo social, viví.
Viví y está como deberías hacerlo vos: sin aterrorizarte ante tus pasiones y las emociones que parecen más fuertes que uno. No intentes dominarlas… dejalas ser que son ellas las que generan el cambio.
Despreocupate sin desinterés con esa sensación que trae consigo la felicidad y cuando sientas que contás con vos mismo, ahí pará. No sigas. Quedate. Y decime donde estás.

Datos personales

Argentina
para que sepas, y leas, y veas y sientas