En una ciudad demasiado grande como para que dos personas puedan comprenderse, alguien juega a entender todo y hasta lo más efímero con la simpleza más simple: las ganas de ser sincero.
En esa ciudad se habla de comprender y no de conocer, porque conocer conoce cualquiera, pero comprender comprenden algunos…
Es como la diferencia entre ver y mirar. Para mí ver es verte “así nomás” y si te digo que “miré” es porque pude encontrar algo nuevo que ayuda a darme cuenta que en una ciudad demasiado grande podemos comprender(nos).
No son exigencias, no son autoexigencias. Tal vez sea esa necesidad de achicar el mundo para que las distancias se vuelvan más cortas y con un paso sea suficiente para acercarnos, comprendernos y mirarnos.
En una ciudad demasiado grande como para que dos personas puedan respirar en un mismo espacio alguien inhala el aire de los suspiros de otro, para al segundo exhalar felicidad y la simple necesidad de respirar puede ser suficiente para que el ciclo se repita de por vida.
En esa ciudad las necesidades abundan, necesitamos respirar, necesitamos comer, enamorarnos, dormir, caminar, trabajar, cantar.
Necesitamos consumir y producir textos sin iniciales en mayúscula y con signos de puntuación mal usados, porque a veces hace falta desacomodar las ideas y dejarlas así bien desordenadas.
En una ciudad demasiado grande como para que dos personas logren encontrarse, alguien te sorprende regalando canciones, empapándote en jugo de pera, soltando palabras muy libres.
Estaba pensando que en esta ciudad tan grande, lo efímero de las relaciones pude llevarnos a que la vanidad sea la reina de las ganas de todo. Ahí donde la inmensidad se hace chiquita y lo mínimo se vuelve indispensable.
Ahí, en algúnlado…
8.27.2008
8.19.2008
ganas de, (II)
empezar un libro
escuchar tu respiración mientras duermo
( cheek to chest)
armar mi mochila
un café con Guido
ver lo que lee mi compañera de colectivo
volver a todoscontentos
deshacerme de las monedas de 5 ctvos
mimos por gripe
enamorarme en el subte –unaymilveces-
que me importe menos todo
una clase de tango
terminar mi tesis
besos de sábados ebrios
pero domingos de cuchillo, tenedor y cuchara
el olor a humedad de la almohada de un hostel
acompañarte al río, vamos?
escuchar tu respiración mientras duermo
( cheek to chest)
armar mi mochila
un café con Guido
ver lo que lee mi compañera de colectivo
volver a todoscontentos
deshacerme de las monedas de 5 ctvos
mimos por gripe
enamorarme en el subte –unaymilveces-
que me importe menos todo
una clase de tango
terminar mi tesis
besos de sábados ebrios
pero domingos de cuchillo, tenedor y cuchara
el olor a humedad de la almohada de un hostel
acompañarte al río, vamos?
8.15.2008
LOVE IS IN THE (buenos) AIRs
En el texto que debería ocupar este lugar -como continuación del anterior- se encontraba perdido entra varios ítems:
- Ganas de enamorarme en el subte –una y muchasveces-
Y hoy creo que no es casualidad que destino sea anagrama de sentido.
No puedo decir que me enamoré (y es que ya no más por una rato).
7 p.m. Lluvia en Buenos Aires.
Ella: Mm,¿Por qué entregué los billetes de 2?. ¿ Con qué voy a pagar el subte? Tengo 100 pesos. Bueno con monedas, pero están tan escasas últimamente –esquivar charco- Bueno supongo que no queda otra…pero tengo monedas?
El: Hey! me puedo subir a tu paraguas?
Haciendo un paréntesis entre robos-asesinatos- violaciones cotidianas en la urbe, contesté: - dale, y luego giré mi cabeza.
Una capucha se asomaba debajo de un techito, que hoy tenía su máxima utilidad.
Y ahora éramos dos debajo de ese, mi paraguas rojo y roto.
Todavía no había visto su cara, pero él ya sabía que yo estaba volviendo de mi trabajo, en qué consistía aquel y cuales eran mis estudios. De mis nombres, solo el primero, ese que le doy a los desconocidos.
Y pasaron 5 cuadras, y creo que ni con intención podríamos haber sintetizado tan bien nuestras vidas.
Trabajo- estudios- nombre- edad- intereses- objetivos de nuestros pasos.
Y de repente un techo a la izquierda
El: Bueno, ya está. Gracias
Pero yo caminaba junto a él, y el junto a mí.
Y de repente no más techo, y dos debajo del paraguas.
- Tomas el subte?
- Sí
- Yo también
Escalera, gente, pasos rápidos, insultos y malas caras. Y mi pelo enganchado en mi paraguas, rojo y roto.
-Pará, te ayudo
Y mientras trabábamos la salida del subte de las 7 de la tarde, y luego de luchar un rato, lo logra desenredar. El momento era tan bizarro como lindo, y por un momento pensé que Almodóvar estaba dirigiendo mi vida.
Y como si nos conociéramos (más):
Ella: Teneme esto
El: Claro. Cuánto sale el subte, 70?
Ella: 90 ctvos. Bienvenido a la inflación. Que suerte que no viajes tan seguido en subte.
El: No, es que uso mi bicicleta.
Bajan la escalera
El: Te muestro la revista que diseño. Es de literatura, poesía, arte diseño
Ella- (La quiero tanto como ese juguete a los 3 años. Pero hoy con 22, los malditos 100 pesos y la imposibilidad de cambio.) Entonces será la próxima.
En 5 minutos, antes de que llegara el subte:
Decime la dirección de tu blog. Te la escribo. Anotalo en la agenda (abre su mochila, y entre camisas y pantalones serios, la saca). La birome es verde. Lo anotaste en otro día. Perdón. No es nada.
Ella se peina y él acomoda sus cosas, mientras da explicaciones de la corbata que se escapa por le cierre.
- Y ese cubre mochila, es muy grande para tu mochilita (y me recuerda a Perú)
- Es que es el que uso para mi mochila de viajes
Subte que interrumpe, llegando.
Ella se despide con un beso.
- Ganas de enamorarme en el subte –una y muchasveces-
Y hoy creo que no es casualidad que destino sea anagrama de sentido.
No puedo decir que me enamoré (y es que ya no más por una rato).
7 p.m. Lluvia en Buenos Aires.
Ella: Mm,¿Por qué entregué los billetes de 2?. ¿ Con qué voy a pagar el subte? Tengo 100 pesos. Bueno con monedas, pero están tan escasas últimamente –esquivar charco- Bueno supongo que no queda otra…pero tengo monedas?
El: Hey! me puedo subir a tu paraguas?
Haciendo un paréntesis entre robos-asesinatos- violaciones cotidianas en la urbe, contesté: - dale, y luego giré mi cabeza.
Una capucha se asomaba debajo de un techito, que hoy tenía su máxima utilidad.
Y ahora éramos dos debajo de ese, mi paraguas rojo y roto.
Todavía no había visto su cara, pero él ya sabía que yo estaba volviendo de mi trabajo, en qué consistía aquel y cuales eran mis estudios. De mis nombres, solo el primero, ese que le doy a los desconocidos.
Y pasaron 5 cuadras, y creo que ni con intención podríamos haber sintetizado tan bien nuestras vidas.
Trabajo- estudios- nombre- edad- intereses- objetivos de nuestros pasos.
Y de repente un techo a la izquierda
El: Bueno, ya está. Gracias
Pero yo caminaba junto a él, y el junto a mí.
Y de repente no más techo, y dos debajo del paraguas.
- Tomas el subte?
- Sí
- Yo también
Escalera, gente, pasos rápidos, insultos y malas caras. Y mi pelo enganchado en mi paraguas, rojo y roto.
-Pará, te ayudo
Y mientras trabábamos la salida del subte de las 7 de la tarde, y luego de luchar un rato, lo logra desenredar. El momento era tan bizarro como lindo, y por un momento pensé que Almodóvar estaba dirigiendo mi vida.
Y como si nos conociéramos (más):
Ella: Teneme esto
El: Claro. Cuánto sale el subte, 70?
Ella: 90 ctvos. Bienvenido a la inflación. Que suerte que no viajes tan seguido en subte.
El: No, es que uso mi bicicleta.
Bajan la escalera
El: Te muestro la revista que diseño. Es de literatura, poesía, arte diseño
Ella- (La quiero tanto como ese juguete a los 3 años. Pero hoy con 22, los malditos 100 pesos y la imposibilidad de cambio.) Entonces será la próxima.
En 5 minutos, antes de que llegara el subte:
Decime la dirección de tu blog. Te la escribo. Anotalo en la agenda (abre su mochila, y entre camisas y pantalones serios, la saca). La birome es verde. Lo anotaste en otro día. Perdón. No es nada.
Ella se peina y él acomoda sus cosas, mientras da explicaciones de la corbata que se escapa por le cierre.
- Y ese cubre mochila, es muy grande para tu mochilita (y me recuerda a Perú)
- Es que es el que uso para mi mochila de viajes
Subte que interrumpe, llegando.
Ella se despide con un beso.
8.10.2008
ganas de,
comer comida china
invitarte a dormir
ir al Cine
hacer copias de las fotos que más me gustan y ponerlas en la pared de mi cuarto
salir a correr por Palermo
usar mi pollera con flores naranjas
ir a ver a Lisandro Aristimuño
escuchar a Lisandro Aristimuño
vivir con Lisandro Aristimuño
volver a Iruya con mochila
darte un beso en la puerta del aula 400
tomar vino tinto
comprar una ampliadora y un tanquecito de revelado
no ir más a inglés
mojarme los pies en un lago sureño
usar ojotas
dejar de querer(te)tanto
aprender a pintar cuadros
Ir al río un día de sol, vamos?
8.07.2008
sálveseQuiéNpueda
"Mejor, o peor, cada cual seguirá su camino...
Cuánto te quise, quizás, seguirás sin saberlo...
Lo que dolería por siempre, ya se desvanece,
la vida es más compleja de lo que parece."
(J. Drexler)
“Y viste hija, la vida no es tan fácil como parecía”, me decía con palabras tan dulces como verdaderas, pero también muy filosas. Mientras, me acariciaba el pelo y sus manos me suplican que por favor no sufra.
Y sí, tuve que entender que en la vida no es aplicable el 2 + 2 es igual a 4 –ni uno mas uno, es uno- . Entendí que, que dos personas se gusten es necesario pero no suficiente para que eso funcione.
Que la impotencia del nopoderhacermasnada, tiene sabor más amargo de lo que creí, pero también aprendí que los mates con amigas pueden ser tan dulces que lleguen a neutralizarlo de a ratitos.
Tuve que asimilar que la psiquis humana es mucho más compleja de lo que me intentaron enseñar en estos cuatro años de facultad. Y que esta vez no hay libro para aprobar.
Que el quiero pero no puedo existe, aunque no pueda ni quiera creerlo.
Que del mundo no me puedo bajar , pero que una dosis de lágrimas junto a la almohada me ayudan a sobreadaptarme al día que le sigue.
Y aunque hoy no me puedo creer el don´t worry que me canta Bob, intento marearme en el humo de everything´s gonna be alrigth. Porque eso sí lo creo.
8.01.2008
amor baratulo
Tal vez no nos haga falta comprar nada, o no nos haga falta comprar nada más y tal vez nuestro problema empezó el día en que yo creí que había cosas que podían regalarse.
Mi lista no es individual.
La tuya tampoco.
Y ya te conté lo del conformismo… la cosita esa que te rompe y te mata, pero te mata de verdad.
Yo no sabía de qué hablaba cuando hablaba de amor y le dije que lo iba a querer para siempre.
Pero él me miró, me dio besos y me contó de la vida. De las ideas y vueltas.
De las cosas vacías de valor.
Lloré.
Yo no sé qué miré cuando miré y te vi tan diferente pero tan para mí y me callé.
Porque lo muy cursi podía empalagarte como empalaga comerse más de dos bocaditos Cabsha seguidos.
Eso de no disfrutar lo que hace bien… y pensar en el dolor en lo que sí, pero mejor no.
Mejor quiero no poder querer(me).
Tal vez yo no quiera comprar nada de tu supermercado porque lo único que encuentro (hoy) son ofertas baratas y de mala calidad, pero mi problema empezó el día en que no miré marcas ni precios y preferí ser la que regalaba antes de la que recibía.
Pero hoy es mi cumpleaños,
Y tu supermercado oferta cinco minutos de teléfono matutino que dan asco.
Vos habrás sido un individualista.
Pero yo fui una boluda.
Mi lista no es individual.
La tuya tampoco.
Y ya te conté lo del conformismo… la cosita esa que te rompe y te mata, pero te mata de verdad.
Yo no sabía de qué hablaba cuando hablaba de amor y le dije que lo iba a querer para siempre.
Pero él me miró, me dio besos y me contó de la vida. De las ideas y vueltas.
De las cosas vacías de valor.
Lloré.
Yo no sé qué miré cuando miré y te vi tan diferente pero tan para mí y me callé.
Porque lo muy cursi podía empalagarte como empalaga comerse más de dos bocaditos Cabsha seguidos.
Eso de no disfrutar lo que hace bien… y pensar en el dolor en lo que sí, pero mejor no.
Mejor quiero no poder querer(me).
Tal vez yo no quiera comprar nada de tu supermercado porque lo único que encuentro (hoy) son ofertas baratas y de mala calidad, pero mi problema empezó el día en que no miré marcas ni precios y preferí ser la que regalaba antes de la que recibía.
Pero hoy es mi cumpleaños,
Y tu supermercado oferta cinco minutos de teléfono matutino que dan asco.
Vos habrás sido un individualista.
Pero yo fui una boluda.
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