Cuando llegaste miraste todo e hiciste pis.
Yo estaba haciendo las valijas para
irme a Córdoba con mis amigos,
que se egresaban igual que yo.
Epocas de perder la inocencia de una infancia
feliz,
aunque todavía no lo sabia.
Cuando llegaste no me habian crecido aun las
tetas, y no podía imaginar que en realidad nunca iban a crecer demasiado.
Tampoco podía imaginar que me ibas a
romper tantas cosas, perderte tantas otras; que no ibas a dormir más en mi cama y que algún día, ya no ibas a entrar
debajo de ese mueble.
Cuando llegaste no podía imaginar que te iban a conocer tres novios,
que algún día iba a tener un titulo, ni que años después compartiría tanto amor con
otro perro.
Ahora que te fuiste,
no me puedo imaginar cómo es que no estés.