4.29.2009

líquida

parte uno

el mar. pensar en mar
el mal. pensar el mal
no me lastimes, por favor

no le tengo miedo al agua
se nadar

el agua también se puede respirar
¿podés?

vos y yo,
ya sabemos:
el agua que lava y baña todo
todo
todo
menos, las ganas de tocarte

parte dos

laura va, más estable que un catamarán...
no le tengas miedo al agua, laura deja que te cuente. cuando sientas que te hundes patalea lentamente. el amor nunca te mata solo hiere suficiente
diego va, respirando el agua respirando va... rompe el agua de un salto y ahi va
al mar
al mar
al mar

4.27.2009

ser contenta

la idea, de desorden va ganando todo el terreno
que me rodea dentro y fuera
pero no quiero presentir que pretenden de mí
con la carne no se juega, no se juega
(...)
vos no sabes cuanto tiene que pasar bajo el puente
para que me veas mal
(Marcelo Ezquiaga - 'Carne')
Y dijo basta, se preguntó una vez más si era ella o si es que a esa ciudad le estaba faltando un poco de simpleza. Dejó de cuestionarse las conversaciones de bondi porque a veces la dejaban pensado de más y hoy está pensando en eso que le dijeron, sobre lo viciados que estamos. Es esa cosa de creer que todo viene feo, podrido, cargado de malas intenciones. Y no, te juro que no. Que a veces las palabras son tan simples como suenan y los motivos no tienen motivos. Y decidió aceptar que a veces le gusta que sonrías o le preguntes pavadas sin ningún motivo, lo aceptó dejando de enojarse consigo porque si eso le hace bien no va a ignorarlo, no va a guardarlo en algún rincón suyo que ignora. Prefirió aceptarlo, como está aceptando que ser contenta también es un estado como ser feliz, pero más simple. Ser contentos es como ser felices pero más simple, más de todos los días… no es estar contentos. Es ser contentos, como un estado de movilización que nos mantiene atentos y a la expectativa, pero sin esperar demasiado. Y no, te juro que no. Que no prefiere conformarse ni ver verde donde hay gris, solamente es querer preguntarte si le creíste cuando te dijo que quería las cosas simples y que aunque parezca una mujer llena de vueltas es así como la ves. Porque cuando tuvo que gustar de vos, gustó y si tenía que decirlo lo decía. Pero ahora no, te juro que no quiere ni espera nada más que ser contenta y que la duda de saber si le creíste se agote, con el tiempo… mejor, ahora que pienso, ya no quiere preguntarte más nada. Si con ella vos, no podés ser contento o simple, ya no quiere nada más que alegrarse en este estado de ser contenta cuando la mirás y te reís como lo podés hacer con todos, con cualquiera, con uno o una más con claridad, sencillez sin esperar nada de los demás. Y dijo basta, se preguntó una vez para qué sirven estas presiones y contestó que para nada, que la vida es caminar descalzo sobre el pasto. Y dijo basta. Pero seguió…

4.23.2009

volvió María la Paz
(tres pasos pa´ adelante)

4.22.2009

Mitos en la Infancia

* Michael Jackson se baña con leche para ser más blanco

* Xuxa filma películas porno, y además tiene una maldición (si escuchas el casette al revés, se escuchan frases diabólicas)

* Si te pones bizco y alguien te sopla te quedas así para siempre

* No hay que agarrar los sapos, si te hacen pis te dejan ciego. Y si les das de fumar explotan

* Los gitanos roban nenes

* La biopsia filmada de un extratrrestre

* La semillita de papá

* Doña Florinda también es otro personaje del chavo


* Bañarse con agua fría, le da brillo al pelo

4.20.2009

adolorida

Iba de diciembre a marzo, y jugaba en la vereda, con las chicas de al lado. Podía elegir lo que quería comer. Me metía en la pileta todas las veces que podía y como ella no sabía nadar, me miraba desde el borde. Si quería cocinaba tortas y cuando me aburría jugaba a ayudarla a trabajar, así aprendí a coser a máquina, a bordar, a pegar botones y a hacer ruedos con una prolijidad del siglo pasado. Mi abuela era modista. Yo iba a su casa todos los veranos y todos los inviernos y me empapaba de ese sabor que tienen los pueblos de la provincia de Buenos Aires. Cuando terminaba el día, ella me decía que vaya preparando todo para bañarme… y a los veinte minutos el baño estaba listo, había que esperar que el agua se calentara: esperabas veinte para bañarte en diez, después el agua salía fría como si llegara de una montaña del sur. Pero yo era desobediente, me escapaba y tardaba casi once minutos en bañarme, entonces la abuela Ethel me decía que ese medio minuto de agua fría tenía que correr el cuerpo y dejar que el agua cayera en el pelo, le daba brillo. Y en eso sí, en eso sí le hacía caso y no me escapaba. Nunca le creí lo del brillo, pero me gustaba salir con un poquito de frío del baño y meterme en la cama que ella me dejaba preparada. Cuando mi abuela murió, no pude hacerlo más. El agua fría en la cabeza da tristeza, me hace extrañarla, o extrañar los olores de su casa en Baradero. Hoy me gusta bañarme con el agua muy caliente y que las piernas se vayan poniendo coloradas. Pero hoy me animé. Estaba pensando en las palabras. En que a veces podemos escupirlas y hasta vomitarlas, o podemos decirlas. Las palabras se pueden llorar y también callar. Y a veces las palabras se pueden sentir, y cuando nos animamos a pronunciarlas el alivio llega como hoy llegó el agua fría a mi pelo, y ahí tuve un momento de lucidez y me di cuenta que el alivio de pronunciar lo que me pasa es casi tan lindo como salir de bañarme y que la cama esté esperándome, para dormirme con la inocencia de una nena de ocho años que no sabe lo que va a pasar mañana, que no lo sabe porque no se lo pregunta, que no lo sabe porque lo ignora.
Y ya sé que nuestros mares de incertidumbres pueden ser enormes, sí lo sé. Como también sé que a veces pregunto de más, sí lo sé. Pero quiero vivir un poco, a veces, en la simpleza de un pueblo chico, en una casa con techos altos y salir a la vereda a las seis de la tarde a respirar el día que termina. Quiero sentir alivio todos los días, estar contenta y construir felicidad. Pero siento que no voy a poder.

4.19.2009

mercancía

podés comprar,
podés vender
no hay vueltas
intercambio de flujos
tus ideas vienen y van
ya llegaste acá
todo vuelve materia
puedo el infinito la mano
la mano, pará-
metro de qué el dedo índice
ese, que calla los prejuicios
unas gafas nublan
catarata de sadid
ríos y mares corren
¿qué querés?

4.13.2009

texturas

Cuando salgo de su consultorio
O
Me siento ROBOCOP
O
Me siento papel de celofán

-A veces algún gris-




(Consultorio, de consulta.
Consulta, de pregunta .
Preguntas sin respuestas
Con sentimientos.
Todos.)

4.04.2009

hindue blues


La palma apoya dubitativa su piel y se desliza despacio para frenar y reiniciar el ciclo una y otra vez hasta que la palma se despega primera y el dedo índice pide quedarse rozando sensaciones viejas y nuevas. El dedo índice, ese mismo que calla todos los prejuicios que la palma ignora cuando con su piel toca y el movimiento es más y más continuado. Ahora un suspiro final y el agua que baña, el agua que alivia, el agua que calma todo, menos la sensación de querer tocarte aunque a veces el contexto y los motivos nos falten.


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Argentina
para que sepas, y leas, y veas y sientas